Slytherin Family

Euforia.

Colegio Hogwarts, 03 de enero de 1978.

Volvió a mirar las estrellas. Estar en la torre de astronomía era relajante, pero no podía evitar sentirse una completa cobarde al tratar de mencionar toda su penosa e inesperada situación por medio de una carta, agradecía que durante esas dos semanas su padre tuviera una misión en Gales intentando unir más miembros a su manada, de lo contrario de estar frente al hombre solo comenzaría a llorar hasta quedarse sin lágrimas y después no podría siquiera ver a su padre a los ojos debido a la vergüenza y no solo se trataba de que en cuestión de seis meses centraría matrimonio con Severus Snape sino toda la mierda acumulada que hacía que se sintiera una completa inútil.

No pudo hacer más que bajar la cabeza y aceptar su destino en cuanto el Lord menciono su parentesco, por que pudo haber peleado más, pero ella quería saber más a cerca de su madre.
No pudo más que asesinar cobardemente a su exnovio por un ataque de ira, miedo y frustración.
¿Cómo podía ver a los ojos al hombre que la había criado durante tantos años con valores y principios y decirle que ella ahora era una asesina?

Arrugó el papel entre sus manos guardando la nota en el bolsillo, ni siquiera sabía como empezar a redactarla. Bueno, aún tenía tiempo ¿Verdad?

Se sentía tan cansada de todo, solo quería cerrar los ojos y volver a cuando tenia 9 años y su padre corría a abrazarla, darle chocolate caliente y leerle esos cursis cuentos muggles.

Fue ahí que sin importarle el lugar en el que estaba, sin importarle el como la nieve que comenzaba a caer mojaba su ropa ella comenzó a llorar.

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Severus cerro la puerta de la sala de menesteres y espero hasta que la puerta desapareciera hasta quedar solo con una pared lisa. Amaba la magia y más esa sala donde podía crear cualquier cosa que imaginara como un laboratorio.

Y por ello ¡Lo había logrado! Aún faltaba hacer más pruebas y análisis para saber si sus antídotos eran efectivos pero estaba feliz del progreso de encontrar algunas cosas que ayudarán al menos a minimizar el daño que sus pociones y hechizos generarían en el futuro.
Estar ahí en el laboratorio era una forma de alejarse del mundo real y sus problemas.
Por un lado tenía esa contradicción que le decía que el Lord era un hombre en el que podía confiar. Vivir en el mismo techo le había enseñado que a pesar de aullentarlo, de negar su ayuda, el hombre estaba ahí para decirle que las cosas no eran su culpa.
El apoyo que siempre había necesitado de un padre lo había encontrado a lado del Lord.
Por otro estaba impresionado con el Lord oscuro, moviendo hilos y manipulado la situación hasta conseguir que todos sus planes funcionarán como el quería. Después de una pelea con Darcy comenzó a analizar la situación hasta caer en cuenta que el plan de Voldemort desde un inicio había sido ese. Seguía sintiéndose como un imbécil por no reconocer el plan de Patrick Prince y Voldemort habían realizado hasta ya haber firmado su destino.

Subiendo las escaleras para llegar a la torre de astronomía volvía a sentirse ultrajado y manipulado por aquellas personas que decían apreciarlo.

Al llegar al último escalón el sonido de llanto lo hizo detenerse.
Ahí volvió a sentirse como un idiota, por ignorar a la otra víctima de toda esa mierda.
Durante casi 2 semanas ella había estado sola lidiando con la muerte de Derwent y sus demonios.
Debía sentirse asqueado con la idea de que ella pudiese matar tan fácilmente a alguien pero su único pensamiento era que se sentía extrañamente feliz de ello.
Ahora él era el único que podía generar distintas reacciones en la Viet ¿Debía preocuparse por pensar así? Tal vez.