Kokeworth, spinner's end, Inglaterra, 12 de enero de 1977.—¡Ya basta! Estoy harto, ¡harto! de soportar tu comportamiento de niña caprichosa, te lo dije Eileen, si sigo contigo es por él, por que se lo que le harías, vi esos papeles— El tono de Tobías era amargo, se notaba que no le agradaba tener esa conversación con quien era por desgracia su esposa.
—Oh sí, por él, ¡Con una mierda Tobías! El arruinó nuestro matrimonio.— Gritó la Prince con tanta rabia que incluso a Tobías le costaba reconocer a la mujer que estaba a su lado.
—¿Él? ¡Tú me mentiste! ¡Tú fuiste quien me ocultó todo esto, no él! ¡Tú eres la única culpable!— Gritó el hombre, después de más de 7 años bebiendo este era el único día en el que se encontraba completamente sobrio— Yo también lo soy...— Su mente parecía luchar entre el raciocinio y la desesperación, entendía que estaba mal, entendía que su hijo estaba pagando por todo lo que sucedía, él era el verdadero monstruo, él y ella eran los causantes de herir gravemente a Severus tanto física como emocionalmente.
Sus recuerdos producto de la sobriedad le estaban torturando, las miradas dolidas y llenas de odio de su Severus, los recuerdos de un Severus de 9 años queriendo acercarsele para ayudarle a arreglar su coche pero en vez de ello quedarse parado a unos metros y observar desde lejos, la forma en la que temblaba cuando él se acercaba, el hecho de que las únicas cosas positivas que le había enseñado de su mundo habían sido con gritos, todos los momentos padre-hijo siendo arruinados por él.
Ni siquiera sabía el por qué lo había hecho en un inicio, recordaba salir de casa y tomar hasta la inconsciencia una y otra vez pero era como sí una fuerza invisible le hiciera querer dañar a su familia ¡Eso no tenía ningún maldito sentido!—No es justo ¡Se supone que yo tendría la familia perfecta!— El grito de la Prince lo había traído de regreso al presente, la mujer estaba llorando y parecía sentirse impotente, ella sólo quería una familia amorosa, una vida de tranquilidad y un hijo perfecto, un hijo que ni siquiera quería tener pero que era la única razón por la que Tobías se había quedado a su lado.
—¿Y por ello tenías que intentar matar a Severus? ¿Por ello tenías que meterte con ese hombre? No me vengas con tonterías Eileen, lo sé desde hace tiempo.— Replicó el Snape— ¿Cuando tiempo tienes con tu amante?— Al no tener respuesta, él volvió a gritar— ¡¿Cuánto?!
—Llevo tres años— Susurro la Prince y seguido de ello sintió su mejilla arder por la cachetada que Tobías le había proporcionado.
—Me das asco mujer, pudimos tener una vida hermosa, pudimos ser una familia, tendríamos todo en nuestras manos, pero tú lo haz arruinado— Tobías estaba fuera de sí— La confianza es la base de cualquier matrimonio, claramente eso nunca lo tuve— Su cuerpo temblaba producto de la ira sacando un arma de su bolsillo apuntó a la mujer que una vez amo— Mi linda Eileen... Te veré en el infierno, mi amor.
Lo próximo que se escucho en las solitarias calles de la Hiladera fue un grito desgarrador de una mujer seguido de un disparo, Eileen Prince había muerto con tan solo 37 años ese 12 de enero de 1977 a las 18:34 pm creyendo que su secreto se iría con ella a la tumba.
Cuando la policía y los Aurores habían llegado al lugar no había rastro de Tobías Snape.
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Colegio de magia y Hechicería, Hogwarts, 13 de enero 1977.
La mayoria se estaba preparando nuevamente para el inicio de clases, después de las vacaciones de invierno nadie quería seguir trabajando pero era necesario, principalmente aquellos que debían realizar sus exámenes de TIMO's y E.X.T.A.S.I.S quienes se mantenían con un libro en las narices o con los nervios de punta.
Darcy miraba constantemente entre la mesa de Gryffindor y Slytherin, sabía que Remus había pedido que mantuvieran su posible amistad en secreto durante un tiempo, ahora solo agradecía que el chico se sintiera mejor, se notaba por la forma en que comía, su rostro el cual parecía más ligero, menos cansado.
Lo extraño en todo eso eran las miradas que ella recibía de su parte como si algo le preocupara.
Aunque parte de ella también estaba asustada, tenía miedo de que en cualquier momento le dijera a sus amigos con quienes había pasado sus vacaciones... Tal parecía que Remus noto la mirada de la chica, pues este asintió, tenían una conversación pendiente.
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Slytherin Family
FanfictionA veces solo se necesita un golpe de suerte para cambiar todo el destino, el tuyo, el mío, el nuestro. A veces las apariencias engañan y un error puede desencadenar más problemas cual efecto mariposa. -Juntos haremos que el mundo se ponga a nuestro...