Slytherin.

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Colegio Hogwarts, 19 de diciembre 1977.

—¡Darcy vuelve aquí!— El grito de Dilan resonó en sus oídos no obstante siguió corriendo adentrándose cada vez más más al bosque prohibido.

Derwent estaba furioso y no era para menos, desde lo sucedido en el gran comedor la mayoría parecía creer que podía ser sujeto de bromas y los Slytherin e incluso miembros de su propia casa se habían empeñado en mandarlo a la enfermería.
Ahí había tenido otro problema, Madame Pomfrey solo le arrojaba un par de ungüentos y pociones y daba la vaga respuesta de "Son solo moretones"

—¡Piérdete Derwent!— La Viet siguió caminando hasta llegar a un hermoso claro enmedio del bosque, aunque apenas y podía verse debido a la hora, eran pasado las diez de la noche, ella sólo quería encontrar un par ingredientes para pociones, que el Hufflepuff la siguiera no estaba en sus planes pero su humor que de por sí era pésimo estaba empeorando.

—Todo esto es tu culpa, solo debías quedarte callada—  El tejón la había alcanzado y sujetado fuertemente del brazo, sí seguía así tendría un par de moretones.

—¿Mi culpa? Tú provocarte todo ello ¿Crees que seguiré sentada y tolerare todo como niña buena?— La chica tomó su varita lanzado un petrificus totalus cuando Derwent estaba por abofetearla.

Por un momento considero correr, dejarlo en medio del bosque, pero estaba harta.
Harta de la constante persecución del Hufflepuff cada que la veía.
De los insultos, pasivo-agresivos durante las comidas en el gran comedor, de que la intersectara en cualquier pasillo y la besara a la fuerza haciendo que sintiera un dolor parecido al Cruciatus  por incumplir las normas de su contrato matrimonial.

Comenzó a lanzar hechizos de "no me notes" y muffliato (el hechizo que había creado el Snape era increíble) y cuando estuvo segura de que nadie los vería o escucharía se acercó a su expareja.

—¿Sabes que es lo mejor de ser la futura aprendiz del mismo Lord oscuro, cariño?— Susurro, a pesar de la constante locura de Voldemort debía admitir sus habilidades como mago.
Ante la mirada aterrada del Hufflepuff continuo— Lo mejor es, el amplio repertorio de hechizos que puedo llegar a conocer... Finite incantatem.

—Estas loca Darcy— Susurro con terror el chico cuando el hechizo finalizó.

—Oh, ¿lo estoy? ¡Mens tormentis!— Gritó cuando el Hufflepuff estaba a punto de tomar su varita.
Él comenzó a gritar producto del las pesadillas tan vividas.— Debería hacer más que eso, pero... Te tendré compasión. Angebant in sanguineEl Hufflepuff comenzó a ahogarse con su propia sangre, hasta el punto de ponerse morado a falta de oxigeno en sus pulmones, ella miró al cielo. Estaba lo suficientemente lejos como para ser descubierta.

Morsmordre— La marca tenebrosa ilumino el obscuro cielo nocturno.

Se coloco adecuadamente su túnica y cancelo todos los hechizos para evitar dejar su firma mágica.  Corriendo entre las sombras llego hasta el castillo exactamente el lago negro y entró en el.
En el fondo del lago había una pequeña trampilla que la llevaba justo hasta las mazmorras.

Cuando el grito del profesor de astronomía y la ayuda de Dombuldore quien salía en dirección a el bosque prohibido, ella ya estaba encerrada en su habitación, lo suficientemente lejos del caos y pensando en algún plan para salir de su acto de imprudencia.

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