La profecía.

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Little Hangleton, 26 de enero de 1980.

—¡Debemos volver por él! ¡No podemos dejarlo ahí!— Darcy gritó, no podía dejar a uno de sus amigos tirados en medio de una calle hecha ruinas como si no valiera nada, comenzó a forcejear con el Lastrage mayor con todas sus fuerzas, sin embargo cuando estaba por darle un golpe ella sujeto su pecho con dolor, jadeo al sentir un horrible dolor que se extendía desde su brazo izquierdo hasta el pecho casi como un infarto,  sentía que todo le daba vueltas y que su magia burbujeaba como sí quisiera asfixiarla, no había sentido un dolor así, no desde la vez que había sido capturada por su madrastra. Ella comenzó a sentir el mismo pánico que había tenido cuando tenía las esposas puestas.
Severus no parecía estar mejor, él sentía que en cualquier momento iba a desmayarse, sus manos estaban sobre su pecho como si estuviera a punto de arrancarse la piel.
Lord Voldemort miro con cierta curiosidad lo que estaba pasando, su sonrisa se amplió cuando tuvo una pequeña idea de lo que estaba por suceder.
Uno de los pilares de su ritual había muerto y con ello había desestabilizado el equilibrio de la magia de ambos Prince, tal parecía que ahora la magia que antes pertenecía al joven Rosier ahora estaba siendo parte del alma de ambos Prince, Voldemort se preguntaba que tan poderosos podían a llegar a ser Severus y Darcy sí todos sus pilares morían, quizá su plan parecería aún mejor de lo que creía inicialmente, sí eso continuaba como ahora y con un par de incidentes más, ellos serían los magos más poderosos del mundo y, con ello, él también.

Sin embargo el resto parecía desconcertado, a vista de todos era como si el matrimonio estuviera a punto de sufrir un infarto fulminante, preocupados, Rabastan sujeto del brazo a Severus tratando de estabilizarlo mientras lo dirigía al sofá, no obstante antes de poder realizar algún hechizo o ser de ayuda, el matrimonio cayó a la inconciencia en cuanto Darcy fue tocada por Regulus en un intento de socorrer a la joven, el resto de mortifagos parecían impactados ante la escena que acababan de presenciar.

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Little Hangleton 28 de enero de 1980

Darcy despertó perezosamente sintiéndose como si hubiera estado acostada en una posición incómoda por horas, miro a todos lados de la habitación sintiéndose en un sitio desconocido hasta que pudo ubicar a Severus acosado en una cama a lado de la suya.
El susurro de alguien le hizo girar ferozmente hacia la puerta notando a Voldemort ahí, una suave risa se escapó de sus labios cuando Darcy había llevado su mano al cuello ante el dolor que había sentido al girar la cabeza tan rápido.

—Tranquila... Solo fue su magia la que se había alterado, ahora están bien.
Voldemort acercó su mano huesuda hacia la mejilla de Darcy haciéndola temblar, inconcientemente había tomado la mano de Severus y este se removió como sí estuviera molesto por ser despertado, ella lo sabia, Severus tenía el sueño bastante ligero, lo había descubierto cada vez que ella se levantaba a preparar el desayuno y él ya estaba detrás de ella en cuestión de segundos.

Su mente parecía divagar en cualquier cosa mundana que le hiciera distraerse de lo sucedido, cualquiera menos en lo que había sucedido, no estaba lista para aceptar la realidad de que Evan estuviera muerto.

—¿Qué hora es?— Murmuró con voz ronca tratando de asimilar aún donde estaban, observo por la ventana notando que era de noche por lo que ella suponía que no habían pasado más de dos horas desde que se había desmayado.

—Son las 7:30 del 28 de enero... Han estado inactivos por dos días— Canturreo Voldemort con tono divertido, como si no le hubiera interesado la perdida de uno de sus mortifagos.— Descansen, lo necesitaran.

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⏰ Última actualización: Jul 15 ⏰

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