Enamorada del Gym Boy |Romance Erotico+21|✔️( Libro I)

Capítulo 10 : Los Lombardi

–No me interesa que hayas perdido el pen drive, debes recuperarlo, ¿ crees que estoy jugando?

–No.

Aquel hombre con guantes negros, golpeó a Gio en el abdomen tan fuerte, que lo dejó jadeando y en el piso. Luego miró a Rey y Alonso.

–Invertí mucho dinero y tiempo para que ustedes fueran lo que son ahora, no pueden dejar que una niña y ese imbécil traidor de Leonardo, se salgan con la suya. ¡Quiero el pen drive para este fin de semana! –Su rostro redondo se coloreó de morado.

Leoncio Lombardi miró por la ventana su fábrica de municiones y explosivos destruida. El fuego había acabado con la mitad de su cargamento. El era uno de los más poderosos gánster de la ciudad, y distribuía municiones y armamento a bandas de mafia y a ciertos policías corruptos. También traficaba droga y tenía en su poder algunos burdeles y casinos, pero lo que más quería, era el pen drive de Vito. En el estaban los planos de una mina de oro que había encontrado y los datos de algunas cuentas millonarias de el. Con ese pen drive, podía sacarlo del mapa y acabar con su peor enemigo.

Él sabía que Leo era muy poderoso, así que debía asesinarlo. Era una de las mayores amenazas que tenía...el y un enorme secreto que acababa de descubrir gracias a una soplona. Así que le entregó una pistola a Gio.

–Quiero que lo mates en lo que tengas oportunidad. Si tuvo los cojones para incendiar mi fábrica y robarme, se enfrentará a las consecuencias. Ah, y esa niña con la que el está, elimínala también. 

Gio no pudo mirarlo a los ojos. No podía creer la tarea que le habían encomendado,

–Leonardo es como hermano  –refutó Gio –. No puedo hacerlo.

–¡Yo le di todo!, lo crié como a mi propio hijo, y mira lo que ha hecho –Tomó a Gio por el pecho y lo sostuvo en el aire, sacudiéndolo–¿Porqué nos traicionó ?, ¿Quién es esa chica que tanto protege? –lo soltó y le quitó la pistola de las manos para entregársela a Rey –Si Gio no es lo suficiente hombre como para hacerlo, lo harás tú. 

Rey miró a Alonso, y luego a Gio. Los tres estaban petrificados por esa petición. 

–Señor Lombardi, Leonardo es...parte de nosotros. Además, es mucho más fuerte que los tres juntos y usted lo sabe, ¡es muy valioso!, creo que tiene un plan con esa chica y luego volverá.

Leoncio Lombardi enfureció por aquellas palabras y abofeteó a Rey. Luego tiró el mueble de oficina y en un arrebato de ira, maldijo a su generación. 

–Cobardes, buenos para nada, ¡si yo les digo que maten, ustedes hacen!, Leonardo nos ha traicionado, así que no hay discusión.

 Salió de la puerta molesto y tirando todo lo que encontraba. Alonso, Rey y Gio, se quedaron inmóviles por unos segundos.

–Tu padre perdió el control. –le dijo Rey a Gio.

–Yo no puedo matarlo, es nuestro hermano –Gio estaba devastado, tanto por el, como por Lucy. 

–Es nuestro hermano –respondió Alonso de mala gana, recordando la ultima golpiza.

Gio sabía que Leo tramaba algo. Tenía algún motivo para haberse salido de la pandilla de los chicos. Eran ellos cuatro el escuadrón que siempre vendía drogas, asesinaban a sueldo para el señor Lombardi, pero hace dos años, Leo cambió desde que tuvo una llamada anónima. Esa reunión en secreto hizo que todo cambiara. Aquel chico que su padre había criado como suyo, y le había enseñado junto aquellos tres, las artes marciales y las formas mas crueles de asesinar, y los había hecho unos gánster que vendían drogas en casinos, ya no era el mismo. 

Solían cobrar en los burdeles, torturar a quienes les debían a Lombardi,  y peleaban con las bandas del enemigo de Lombardi: Vito. Un gánster que se encargaba de vender otro tipo de droga por un menor precio y le ahuyentaba los clientes. Así que se hicieron enemigos. Leo desapareció unos meses y luego apareció más fuerte, como si todo lo que el era, ya no importara. 

Así que se levantó y miró a los chicos. Con la tarea más difícil que le habían encomendado.