Capítulo 15.1 : Mi otro yo

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Desperté en una habitación blanca, donde solo había un espejo. Yo llevaba puesto una faja y una careta al rededor de mi cara. Una vía en mi brazo y un suero que estaba a mi lado, me hicieron volver a la realidad: me había operado un Doctor, el cual no conocía su paradero, todo para verme mejor, para...¿Gio?, ya no sabía. Me encantaba Gio. Su físico, su sonrisa, su picardía... pero el no me amaba, ( quien te ama, no te cambia a la fuerza) y yo solo quería amor.

El Dr. Loco entró a la habitación, pero esta vez, sí parecía un Doctor decente y llevaba una bata impecable.

-¡Despertaste!, has dormido bastante. Pero te cuento algo, quedarás hermosa. Te daré solo unas cuatro semanas para que empieces a trabajar en el casino, o no se si eso es lo que harás. No sé qué intenciones tenga Gio contigo.

Yo quería hablar, pero no podía. ¿trabajar en un casino?, yo no era la prostituta de Gio. Pero aquello me hizo preguntarme, ¿ me habría operado para eso y así salvarme?, ya que me andaban buscando...¿no?

Pasé las cuatro semanas que siguieron en un hotel que Gio me alquiló. Tenía mi propia enfermera y cumplí con lo más importante que me dijo el Dr. Loco: no me vi en el espejo hasta que estar perfecta. En todo ese tiempo, leí varios libros, traté de buscar a Leo por redes sociales (Gio me entregó un teléfono sin tarjeta y me advirtió que mi cabeza tenía un precio, así que decidí obedecer)

Fueron largas semanas, Gio llegaba a visitarme con moretones, heridas, golpes. Yo sabía que el era como Leo, pero, ¿Qué tanto hacía?, ¿era mucho el trabajo de unos sicarios veinteañeros que siempre estaban asesinando y golpeando personas?, una noche le pregunté:

-¿Porqué estas conmigo y haces todo esto por mi, si sabes que tu equipo me busca?

Me miró con dudas.

-¿Quieres la verdad? -se me acercó y acarició mi rostro-Este mundo es muy cruel Lucy. Y tu eres un enigma que ni tu misma sabes porqué. Estas desprotegida, a merced de la suerte, que no te ha favorecido. Y yo creo que sí puedes tener tu vida bonita, alejada de todo en lo que yo estoy metido.

Besó mi mano y vi una lágrima salir de su rostro.

-¿Qué significó para ti estar conmigo la primera vez? -Estaba muy fuera de lugar mi pregunta, pero tenía que hacerla.

Se sorprendió al escuchar aquella pregunta. Pero me miró a los ojos, con el brillo que hicieron que yo me derritiera y sintiera mariposas en el estómago.

-Significó mucho. Eres una chica especial Lucy.

Sus labios se acercaron a los míos y sentí su lengua recorrer mi boca. Sus labios apretaron fuerte mientras el tomaba mi cintura y se acomodaba encima de mi cuerpo. Lo miré con miedo, quedaban pocos días para que el Dr. Loco me viera, pero estaba segura que un no podía tener relaciones.

-Tranquila, no te va a doler. Lo haré despacio -susurró.

Besó mi cuello mientras bajaba mi ropa interior, sentí sus manos deslizarse por mi zona íntima y separó mis piernas para acomodarse. Su sexo, erecto y duro lo introdujo en mí, con suavidad, mirándome a los ojos. Gimió y suspiró mientras lo hacía, disfrutaba aquella sensación, y yo, me excitaba al verlo. Tomé sus cabellos, aferrándome a él. Fue un vaivén suave, en ciertos puntos donde lo hacía más fuerte que me hicieron gemir de placer. El emitió un gemido gutural y sacó su pene para acabar en su mano. Lo miré jadeando. Era muy guapo. Sus músculos marcados y su abdomen perfecto me hicieron sentir privilegiada en ese momento.

Una llamada anónima lo hizo irse enseguida de la habitación, y yo me quedé sola. Decidí que debía verme en el espejo. ¡Ya quedaba menos!, y para mi sorpresa, Lucy la gordita, había desaparecido. Tenía implantes en los senos, curvas de infarto, mi nariz estaba puntiaguda, no tenía papada y, ¡mis glúteos !, tenia unos glúteos hermosos. Mi rostro tenía varios hematomas, pero me gustaba como que veía. Así que ahí, en el medio de la noche, me sentía más hermosa que Ana y que aquellas chicas del gimnasio...me sentía radiante.


Enamorada del Gym Boy |Romance Erotico+21|✔️( Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora