Capítulo 2.- Estúpida niña rica.

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"No me gusta lo que la gente espera de mí. ¿Por qué debo vivir bajo las expectativas de los demás en lugar de las mías?".

(Kat Stratford. 10 cosas que odio de ti)

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Para que vivas esta experiencia desde una nueva perspectiva. Sería genial si de aquí en adelante, pudieras programar: Even Flow, (Flujo Uniforme) De la banda de Seattle. Pearl Jam. Búscala en mi lista Spotify, con el mismo nombre de la historia.

Jordan.

----¿Hasta qué hora quieres que te espere, Scallem? Todos llegaron a la base, tenemos que hacer la planeación para las rutas de mañana, y tú sigues en la calle. Estoy harto de la misma mierda. ¿Te crees el puto gerente de la firma?, ¿o acaso se te cruzó otro perro?

Preguntó con un maldito y sarcástico tono alterado, solo a él se le podía ocurrir mencionar eso para atacarme de manera tan baja.

Yo apreté las manos en el volante hasta dejarlas sin color, si lo hubiera tenido enfrente lo derribaba de un puñetazo en su gigantesca nariz. «Desgraciado petulante de mierda» Le gritó mi mente enardecida.

----Sí, Harvey, estoy por llegar a la base, como ya te podrás imaginar, había mucho tráfico en la puta Pike Street, y me costaba avanzar, pero ya voy en camino.

Le informé apretando los dientes, al imbécil de mi jefe a través del radio y con una verdad a medias para no ponerme la soga al cuello. Sin poder olvidar el maldito incidente con esa histérica chica estando en esa misma avenida en pleno centro de Seattle.

----Y bien ¿Cuánto te falta?
----Tres calles, y estaré ahí. ----Mentira, faltaban como quince, solo quería generar la expectativa.
----Copiado. No tardes, o lo descontaré de tu salario.
----Cambio y fuera.

Hice a un lado el radio, en realidad, lo lancé a algún lugar dentro de la cabina, furioso hasta los huesos, y le subí el volumen a la canción que escuchaba en ese segundo, todo para no tener que oír a mis jodidos y criminales pensamientos.

«Even Flow» era la apropiada, ya que se trataba uno de los mayores éxitos de una de las bandas más populares del planeta, Pearl Jam. Y que durante principios de los años noventa se volvieron muy populares, ellos se formaron precisamente aquí en Seattle, la capital mundial del grunch estadounidense.

Y aunque Nirvana, conformó a su grupo en otra ciudad del estado (Aberdeen, Washington) Ellos también pertenecían al mismo movimiento musical, un subgénero del rock. 

A modo de calmar mis nervios que amenazaban con consumirme, sin dejar de golpear el volante con mis dedos, emulando a una sensacional batería, y mientras ya iba camino a la base, como llamábamos a la bodega de la licorería donde me desempeñaba como repartidor. De pronto el recuerdo de esa mocosa se posicionó en mi mente.

Con la furia recorriendo mis venas, ya que aún tenía la sensación de estar junto a esa estúpida niña rica mientras no paraba de insultarme. Intenté olvidar aquel desagradable encuentro. Entretanto, Eddie Vedder, me cantaba que el jodido flujo era uniforme. «Incluso fluyen los pensamientos llegan como mariposas» Y no sé por qué mierda, relacioné con ella esa simple frase.

Jamás me había enfrentado así a ninguna mujer, a excepción de las histéricas que utilizan el metro, y a mis tres hermanas, que por las mañanas se vuelven unas fieras para ver quién ocupa primero el baño. ¡Ay de mí! Si lo hago en primer lugar, me esperan afuera para lincharme porque siempre afirman «que tardaba mucho al mirarme en el espejo»

Por otra parte, ¿Qué se habrá creído? Ella no tenía ningún derecho a tratarme de esa manera, con una sarta de insultos gratuitos, solo por haberla embadurnado de agua sucia y algo de fango, ¿Es que acaso no entendió que solo fue un jodido accidente? 

Si Tú Me AmarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora