Capítulo 48.- No sé si es Amor.

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Este capítulo será conmovedor, reflexivo y muy emotivo. Aun así, lleno de romance, en momentos que nos dejarán sin aliento.

Espero con el alma que logremos conectar con la difícil situación de Rain, porque hablará de la vida y como ha tenido que enfrentarla a través de su mal. Uno que a la postre, de manera inevitable, formará parte de la historia de Jordan.

Bienvenidos a una de las partes más sensibles, especiales y románticas de Si tú me Amaras. Con un final inesperado...

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Todas las canciones de la historia están en Spotify, en una lista llamada: Si tú me amaras The love Story.

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"No sé si es amor verdadero, o simplemente terquedad emocional"

(Anónimo)

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Yo solo tenía veinte años cuando esta canción se volvió muy popular a principios de los movidos noventa. Y que en su letra se pregunta lo mismo que Rain. Programa, la sensacional y pegajosa, What Is Love. En la voz, del artista alemán de origen trinitense, Haddaway.

Rain

Era lunes al filo del mediodía, y entonces algunas lágrimas salpicaron mis mejillas, Jordan iba saliendo de la propiedad con el pie en el acelerador de mi coche, que rugía igual que una bestia salvaje, seguro así mismo se sentía él después de lo que presenció en el patio.

Por desgracia desde ese ángulo no pude ver su cara, ni él la mía, entonces me apoyé en el escritorio sin parar de llorar. Me desesperé, quería llamarle, reconocer que me pasé de la raya, que no debí. Más, no lo hice y me contuve.

Mi papá siempre me dijo, que cuando una persona tenía un corazón puro, las malas acciones que pudieran cometer repercutían en el alma de forma inmediata.

Sin ser una santa, con luces y sombras como el resto de la gente, quizás, eso me estaba pasando: la culpa de haberlo herido solo por gusto (O no tanto) atacó a mi conciencia y me sentí desolada.

El yoga, la meditación y hasta el jodido ensayo de tranquilidad que cargué en cierto minuto de esa amarga mañana se fue con Scallem a alguna parte de Seattle.

Al verme tan sola, sobé mis brazos buscando calma, pero no fue suficiente, porque aun así, me derrumbé sin poder evitarlo.

Luego corrí a tomar una ducha, y así desahogarme en completa libertad. Rayos, tuve que concentrar todos mis esfuerzos para no caer en un ataque de ansiedad.

Menos mal que gracias a la respiración pausada pude controlarlo a pesar de que sentí que el mundo se me venía encima dentro de ese cubículo de cristal.

Quizás ya era tiempo de enfrentarme a la Catarsis, una palabra griega, cuyo significado me hizo mucho sentido: Eliminar y liberar los recuerdos amargos que alteraban mi mente, y lo que acababa de pasar era uno de ellos.

Mi historia tan revuelta con Jordan se enmarcaba dentro de esos lamentables parámetros. Si en algún punto lográbamos encontrarnos, al segundo nos perdíamos, el destino que nos unió se empeñaba en apartarnos.

Con las manos en mi cara, sacudiendo los hombros y sentada en el piso del shower, el llanto brotó desconsolado, denso, doloroso, sabiendo que mi odio férreo contra Jordan Scallem era producto de otra más de mis muchas y putas mentiras.

Ya no podía negarlo más: Sentía algo por él, aunque aún no estaba segura de nada. Por eso la tristeza y frustración me consumían.

En un momento se me pasó por la cabeza disculparme con mi invitado y dejarlo solo, seguido de meterme en la cama hasta hundirme, no tenía ganas de bajar, mi ánimo alicaído derrotó al poco entusiasmo reinante.

Si Tú Me AmarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora