Capítulo 35.- Todos los Besos que te debo.

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Para mi amada hija Aracely, que desde hace algunos días hizo su propio camino en la vida.   

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Todas las canciones de la historia están en Spotify, en una lista llamada: Si tú me amaras The love Story.

Un beso puede ser una coma, un signo de interrogación o un signo de exclamación. Esa es la ortografía básica que toda mujer debe saber.

Mistinguett.

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Jordan.

Mientras entraba a la propiedad Langmore, en medio de varios bostezos, no podía parar de pensar. En términos simples, pasé una noche del demonio luego de aquella inquietante pesadilla de la boda y todas sus insospechadas aristas.

Sin embargo; recordé que cuando era niño y soñaba cosas feas, o lo que fuera, en realidad, Jacinda se recostaba a mi lado para decirme que a veces el miedo debía escapar por algún lugar, y ese era un camino.

Que por lo general ellos no describían la realidad tal cual era, sino más bien el subconsciente se alojaba en una parte de la memoria, logrando que soñáramos con personas cercanas y con las que convivíamos a diario. También, debido al estrés, incluso con cosas que hacíamos, como el trabajo o los estudios.

Mi parte cuerda concluyó que solo me estaba complicando por nada. Entonces todo tuvo sentido: lo de la boda me provocaba estrés desde que me parieron, y más cuando Marina me leyó las cartas. Por razones obvias: le temía al matrimonio. Que imaginara que lo hablaba con el padre Conrado, solo se debió a nuestra cercanía y a la confianza que yo siempre deposité en él.

Y, bueno, lo de Rain. Esa niña se había convertido en una especie de obsesión en el último tiempo, todo giraba en torno a ella, nuestras peleas eran lo único que había en el menú. Desde que nos conocimos siempre estuvo presente en cada pensamiento porque me atraía y gustaba, eso jamás iba a negarlo.

Por tanto, según la explicación de mi madre, mi subconsciente diseñó una respuesta en mi cerebro a los estímulos que me tensaban a diario, o al menos eso fue lo que entendí. No tuvo nada de raro que la relacionara con la boda dentro de ese sueño, porque Rain era una constante en mi vida, lo quisiera o no.

Me calmé a mí mismo, entretanto, bajaba del coche «Solo fue una estúpida pesadilla. No dejaré que me afecte» enuncié con una sonrisa a medias, mientras caminaba por el jardín. A decir verdad, nunca más volví a pensar en eso, hasta mucho tiempo después, cuando todas las piezas encajaron una a una. 

----Pasa...---dijeron desde adentro, después de que di unos golpes en la puerta.
----Buenos días, señora Alba---saludé al entrar tímidamente a la cocina. Barrí todo alrededor, esperando ver a Rain.
----Hola, querido---respondió mientras se secaba las manos en el delantal.
----¿Cómo está?
----Bien, ¿y tú?
----Muy bien, gracias. Ángela me llamó para decir que usted necesita ayuda---Me acerqué hasta donde estaba.
----Sí, cariño.
----Usted dirá, estoy a sus órdenes.
----Gracias. Le pregunté a Ed, y dijo que antes de ir por la niña Rain, podrías ayudarme a solucionar un problema que tengo en la bodega de víveres.
----Por supuesto. Dígame.
----Acompáñame por aquí---Señaló adelante, nos encontramos de frente con una puerta azul de dos hojas---Son esos gabinetes de ahí.
----¿Estos? ---Los indiqué cuando ingresamos.
----Así es, se quedan atascados, no sé por qué razón. Ya que están prácticamente nuevos---Ladeó la cabeza--- ¿Es mucho trabajo?
----No, para nada, es sencillo de arreglar. Pero no quiero ensuciar mi ropa, iré a cambiarme a la casa de al lado, si no le molesta.
----Ve tranquilo. Y desde mañana. Deja tus cosas en tu cuarto, para que no andes de aquí para allá.
----Gracias. Por suerte tengo varias horas libres, terminaré con todo antes del almuerzo.
----Awww, que maravilla ---Dio unos cortos aplausos.
----Regreso enseguida. Con su permiso---Avancé algunos pasos, ella me siguió.
----Jordan, ¿Te gusta el pastel de pollo?
----Mmmmh, sí, mucho---le dije al girar hacia ella.
----¿Te quieres quedar a comer conmigo? Odio hacerlo sola, y hoy nadie estará en casa.
----¿En serio?
----Por supuesto. Hasta el jardinero se quedará al lado con John. Dijo que tendrán para quince días arreglando el césped después de la fiesta de la niña Zoe---Su expresión tan tierna me convenció.
----Entiendo. Y, sí, encantado, gracias. Ahora que vaya a cambiarme, le avisaré a Ángela.
----Estupendo. Te espero.

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