Si Tú Me Amaras

Capítulo 58.- Vidas Diferentes.

La plataforma no me ha permitido actualizar como siempre, por eso les han llegado notificaciones erróneas. Me disculpo por eso. Este es el capítulo correcto.

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Dedicado a ti, te sigo esperando, para que regreses a leer y veas mi grandioso trabajo.

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Todas las canciones de la historia están en Spotify, en una lista llamada: Si tú me amaras The love Story.

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No podemos seguir, solo aferrándonos a los lazos. Ahora que estamos viviendo vidas separadas.

---Phil Collins.

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*Existen canciones tan sentidas como esta que invitan a expresar los deseos y necesidades más profundos, a pedir "un día más" o la "fuerza suficiente para permanecer", lo que sugiere una lucha contra el tiempo y también las circunstancias adversas. Te invito a descubrir este especial momento.

Bienvenido a un nuevo episodio, ¿no extrañamos al colibrí? Yo creo que mucho. Pero antes de adentrarnos en los detalles de su regreso, vamos a conocer un extracto muy relevante en su historia, ya que de alguna manera esta se conectará con Jordan. Programa, la bellísima: Angel By The Wings. (Ángel por las alas) En la voz de la talentosa artista australiana, Sia.

Rain.

----¡Papá! ---Lo llamé al entrar corriendo a su despacho en la compañía. Se puso de pie de un salto, muy conmocionado. Yo tiré la mochila al suelo.
----Disculpa, Greg---Hizo a un lado el teléfono y frunció el ceño---¿Hija?
----Lo siento, no quise irrumpir así.
----¿Qué te pasa?
----Necesito hablar contigo.
----¿Ahora? Estoy en medio de un asunto de trabajo, mi amor.
----Es una emergencia---Tiré de mis dedos, él fijó la vista en ese gesto.
----Dame un minuto---Alzó el índice y volvió a la llamada---Greg, lo lamento, se presentó algo y debo dejarte. Sí, es Rain. Ok, le daré tus saludos. Te hablo en un rato, gracias por comprender. Adiós.
----Papito, lamento haber venido hasta aquí, pero no podía esperar---Me quité el corbatín, estaba sofocada.
----A ver, ¿qué sucede?

Sereno y sonriente rodeó el escritorio, no parecía molesto, y yo me lancé a sus brazos mientras sollozaba.

----¡Hey, mi amor! ---Sobó mi espalda despacio--- ¿Por qué lloras así?
----Estoy muy triste, papá. Siento que me ahogo.
----Tranquila, nena---Apoyó su frente en la mía y acarició mis mejillas con mucha ternura---Cierra los ojos. Primero necesitas calmarte y regular tu respiración.

Lo hice despacio, envuelta en su cintura, siguiendo el compás de su esternón hasta sincronizar los movimientos. El músculo en mi pecho aceleró su ritmo. Desde un tiempo a esa parte sentía mucha angustia y me costaba normalizar mi estado de ánimo.

Con el amor, contención, paciencia, empatía y la ayuda de mi padre, al cabo de algunos minutos, conseguí calmar mis ansias, aunque apenas.

Después de servirme agua, entonces invitó a que nos sentáramos en el sofá, abrazada a él, iniciamos la charla más difícil del último tiempo.

----¿Qué es eso tan terrible y que no puede esperar? ---preguntó sin alterarse.
----No sé cómo decirlo.
----¿Te pasó algo en la escuela? ---Su mentón se apoyó en mi mollera.
----¿Por qué lo dices? ---musité.
----Es mediodía, vistes uniforme, y solo hace algunas semanas, las monjas te suspendieron por esa pelea con tus compañeras y Zoe.
----No, Pa. Eso fue algo puntual---Lo miré a la cara al incorporarme.
----Se está volviendo recurrente---habló en tono sereno.
----Es que no la dejan en paz---Otra vez me acomodé en su pecho---Lo siento, papito, pero no puedo quedarme de brazos cruzados, si viven burlándose de ella.