Capítulo 28. - Primer Giro.

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Dedicada a ti, para que sepas que no todas nubes en el cielo son negras. Ya todo será como antes. Te amo.

♡♡♡♡

"A veces la vida da un giro inesperado en la dirección correcta"

Anónimo.

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Todas las canciones de la historia están en Spotify, en una lista llamada: Si tú me amaras The love Story.

Para un día que marcará el punto de partida de este nuevo trozo de la historia entre Jordan y Rain, una canción que les acompañe hasta la última nota. Programa, Anything But Me (Todo menos yo) de la banda californiana, formada solo por mujeres, Muna.

Rain.

La noche anterior, con el corazón en la mano. Antes de cerrar los ojos, agradecí aquella señal del universo, y prometí modificar esa hostil actitud a una nueva solo por Jordan y por mí.

A la mañana siguiente, con la ayuda de Ed, bajé hasta la cocina por uno de los deliciosos batidos energéticos que Alba me preparaba cada día. Y justo en ese segundo le llamó alguien desde Dublín, besó mi frente y se fue al estudio cuando le advertí que podría hacerlo sola. No sé por qué me sentía tan contenta.

Pero antes de cruzar el umbral, detuve la marcha y con ello los latidos del corazón. Mis ojos se cristalizaron al sentirme una estúpida; una ingenua que solo buscó consuelo a su pena en las vacías palabras de ese maldito cretino. Y no podía creer que de nuevo me haya hecho trastabillar.

Desilusionada y herida, al escuchar esa charla entre Alba y Scallem, replegué todos los intentos por restablecer la paz y me concentré en una renovada táctica. Un primer giro lleno de venganza, furia y algo más. Mis bolsillos estaban colapsados de resentimiento a punto de reventar.

Esa habría de ser la misma que le abriría paso a un nuevo elemento dentro del juego, claro que, Scallem lo desconocía, y desde ese punto de vista yo llevaba la ventaja.

Las manos me sudaban y picaban por golpearlo hasta que cayera al frío piso de la cocina, y así patearle las costillas, pero me guardé las ganas para otro momento. Mi hora llegaría tarde o temprano.

Resuelta a todo, sin pensarlo dos veces, recompuse mi encorvada postura, me sequé los ojos y entré como si nada. Ambos dieron un respingo al verme aparecer. Sonreí apenas cuando mascullé un desabrido saludo de buenos días, y a juzgar por lo que oí, de bueno, no tenía nada ¡Carajo!

Ella enseguida corrió para terminar la mezcla del batido, miré a Jordan de soslayo y él me estudiaba de pies a cabeza, entretanto bebía un café. Y desde su garganta soltó un sonido de apreciación. Seguro le gustó lo que veía.

A causa de la furia, me sentí incómoda con su atento escrutinio, pero, aun así, mantuve lo erguido de mi lenguaje corporal mientras jugaba con un mechón de pelo, a falta de otro elemento, un sartén caliente estampado en su cara, por ejemplo.

Si la dulce Alba no se apresuraba con ese batido, la adrenalina de la furia que amenazaba con consumirme tomaría la ventaja y actuaría por su cuenta. Estaba nerviosa, más no me derrumbé.

Seguro que Scallem al percibir lo hostil de mi actitud llegó a la conclusión de que yo era más "rara" que un pescado con orejas, pero me importó una soberana mierda, lo que opinara acerca de mí un simple chofer de poca monta.

Ni bien mi nana me entregó el vaso y besó mi mejilla, sin mirar a ese cretino caminé hacia la puerta, desde ahí le dije que ya se fuera al coche porque estábamos en la hora.

Si Tú Me AmarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora