Si Tú Me Amaras

Capítulo 27.- No me respondas.

Para mi amada madre que hoy agosto 21, hubiera estado de cumpleaños. Y que me lee desde su cielo.

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"Entonces, si necesitas creer en alguien. Solo finge que soy yo"

Don't Answer Me- The Alan Parsons Project

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Todas las canciones de la historia están en Spotify, en una lista llamada: Si tú me amaras The love Story.

Bienvenidos a un nuevo capítulo en esta historia; uno muy romántico y lleno de revelaciones, y donde ya se delinean algunos aspectos que definirán el futuro. Programa, la alegre, Let's Get Started (Empecemos) en la voz, del joven cantautor, Dylan Gardner.

Rain.

Querido diario,

Seguro te reirás de mí por esta estúpida explicación; sin embargo, antes de continuar, me siento obligada a hacerlo. A decir verdad, no busco alertar a nadie en casa y así vengan a verme creyendo que ya todo lo malo pasó, porque aún no estoy lista para ver a nadie en mi cuarto ni salir al mundo. Por esa razón no encendí el equipo de música y me acabo de poner los audífonos.

Ocurre que estando de viaje descubrí una canción que no deja de dar vueltas en mi cabeza y ahora mismo la estoy oyendo, mis pies se mueven al ritmo de la música. Opino que es un buen comienzo para despertar del letargo de estos últimos días.

Lo irónico es que lo que se esconde en su letra ahora me hace mucho sentido. Sí, soy masoquista, pero quiero compartirla contigo, el único que me comprende sin juzgarme.

«Yo seré John y tú serás Yoko. Siéntate y mira nuestro amor crecer. Yo seré el invierno, tú serás el verano. No podría preguntar por otra así nada más. Yo seré domingo, tú serás lunes. Mira dentro de estos ojos, mi corazón late. Te vi de pie, entonces pensé. Bebé, ¿por qué no empezamos?»

Esta es la frase que más risa me causa porque habla de lo que no quería y al final sí pasó «Ahora, vamos, empecemos. Solo no me dejes con el corazón roto»

¡Mierda! Fue lo primero que hicieron, triturarlo. Duele reconocer el hecho de que me engañaron, pero por suerte ese maldito chico no logró quebrarme.

Como sea, pude darme ánimos y me levanté solo por un rato, aunque sin abandonar la trinchera en mi habitación. Tomé una ducha, me cambié de ropa, hice lo mismo con la cama que según yo comenzaba a apestar. Y ahora me encuentro aquí entre tus páginas, por tanto: empecemos con el resumen.

Es increíble cuantas cosas han cambiado en mi ausencia y eso que solo fueron unos días estando en Minneapolis. No imagino lo que hubiera sido en meses. Y que mejor ejemplo que mis grandes habilidades para el fisgoneo. ¿Qué puedo decir? Aprendí de la maestra en la especialidad, Zoe.

Mientras me pongo de puntillas a raíz de mi escasa altura, justo en este momento estoy frente a la ventana que da a la propiedad de junto, puesto que, algo, me causa una gran intriga.

Desde la distancia, aun por sobre los árboles, logro divisar al que se supone es el nuevo chofer, esperando a Zoe afuera de su casa, pero como me da la espalda (bastante ancha), no consigo verle la cara, y siendo honesta tampoco me interesa.

En apariencia es joven, atlético y bien vestido, su traje negro y lentes en el mismo color lo hacen parecer igual a un agente secreto. Luce relajado en tanto se apoya en el cofre del coche, de brazos y piernas cruzados.