Capítulo 53. - Torbellino.

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Es bien sabido que todos los viajes terminan en un destino señalado, este no será la excepción. Y cuando hablo de "viaje", me refiero al contexto completo de Si Tú Me Amaras.

Un solo capítulo no podía describir tantos momentos y emociones, por tal motivo, lo dividí en cuatro partes (una tras otra) de ahí, la demora en publicar. Espero me disculpen.

Bienvenidos a un nuevo episodio desde el POV de Jordan, de vuelta al romance, y también a las más increíbles revelaciones, que marcarán su relación sin posibilidad de volver atrás.

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Todas las canciones de la historia están en Spotify, en una lista llamada: Si tú me amaras The love Story.

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"Complicada, siempre un torbellino de emociones, sí. Pero cuando ama lo hace con el alma"

Delia E.

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A modo de que comencemos a desmenuzar cada parte de este episodio tan sorprendente, una canción reveladora, romántica y conocida por todos, que describa muy bien el sentir de nuestro alicaído protagonista. Programa, la bella e inolvidable: Drive, perteneciente a la banda norteamericana, The Cars.

 Programa, la bella e inolvidable: Drive, perteneciente a la banda norteamericana, The Cars

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Jordan.

«Última llamada para los pasajeros del vuelo 2406, de United, con destino a la ciudad de Seattle. Por favor, diríjanse a la puerta de embarque AT-2»

Anunciaron por los altoparlantes, la voz de esa chica retumbó hasta el último rincón de la puta sala de espera del aeropuerto. Y con mucho esfuerzo me paré del asiento donde durante algunas horas permanecí adherido igual que una calcomanía.

Por esas ironías de la vida aún no me había montado en el avión, pero aun así, sentí las jodidas turbulencias. Sin intención de sonar arrogante, pasé de ser el rey del mundo a un exiliado sin corona buscando su camino.

Suspiré quejumbroso, tal parecía que el peso del planeta se hallaba sobre mis hombros caídos, mi espalda encorvada era una muestra de ello.

Sumido en esos pensamientos, que repasaban en secreto cada pasaje de tan amargo itinerario, no pude levantar la cabeza ni para mirar el techo.

Pese a que estaba oscuro, y me importaba una mierda lo que opinaran de mí, creyéndome un rockstar venido a menos, no fui capaz de quitarme los lentes que ocultaban tras de sí todos los efectos de uno de los días más penosos de mi vida.

Mis ojos lucían hinchados y las ojeras me llegaban al suelo, todo a causa de una tristeza que no sabía cómo describir.

Los pies se me atrofiaron, apenas pude levantarlos para encaminar a la puerta de abordaje, con la mochila en la espalda, necesitaba un carrito que trasladara mis huesos, me sentí de noventa años. La atmosfera noctámbula del LAX me supo a melancolía.

Si Tú Me AmarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora