Capítulo 22.- Oveja Negra.

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"Lo bueno de ser la oveja negra de la familia es que combinamos con todos, incluso con su manera de pensar...aunque sea mentira"

Anónimo.

Para que juntos descubramos todo lo que se esconde en otro episodio de Si Tú me Amaras, te invito a programar, la muy rockera: Miracle (Milagro) y que pertenece a la banda proveniente de Isla Man (Gran Bretaña)  Klevershirts

Jordan.

Mientras recargaba mi cuerpo en un muro sin poder dar crédito a lo que acababa de vivir y todo lo que me pasó a lo largo de esos últimos días. Sentí que era víctima del destino y seguro mi padre fue el que nos cargó con esa maldición. Infeliz, ni siquiera estaba en nuestra vida y nos seguía fastidiando.

Deseé con todas mis fuerzas que la tierra me tragara, pero que me escupiera en una isla lejana llena de colibrís. Solo un milagro podría salvarme; sin embargo, a esas alturas lo veía tan difícil como escalar el Monte Everest, descalzo.

Más triste que el patito feo abandonado en un charco de barro, pensé en Jacinda y en cómo se alejaba cada vez más la posibilidad de ampliar mi espectro laboral para darle una vida mejor; una cura a su terrible enfermedad.

Por desgracia, junto al agua y el lodo se diluían todas mis esperanzas. Y no me quedaría otra que conformarme con seguir a cargo de la van 2173 de la licorería, junto con verle la cara al infeliz de Harvey. Y yo que creí que al fin me había librado de él. Hasta que algo mejor apareciera tendría que ser así ¡Carajo!

----¿Joven?
----¿Sí? ----pregunté distraído. Al despegarme del muro.
----Buenos días----saludó al mirarme de cuerpo entero. Encorvé la espalda porque moría de vergüenza. Seguro que por dentro ella reía a gritos.
----Disculpe, pero la verdad es que no sé qué podrían tener de buenos.
----Me dijeron que estaba aquí.
Asentí no supe que otra cosa hacer.
----¡Oh, por Dios! ----Como si le hubieran dado un golpe de pronto se agarró la cabeza de manera dramática---- ¿Qué fue lo que le pasó?
----Así es como me gusta aparecer. No me ando con rodeos. ----Me alcé de hombros, por suerte mi cara estaba llena de lodo y no logró notar el rubor en las mejillas. Tampoco me atreví a echar de cabeza a la bruja vestida de jirafa, de esa me encargaría yo en cualquier momento.
----¿Eh? ----Me miró de lado y soltó una risita exasperante----Ji, ji, ji. Pero qué cosas dice.
La fulminé con los ojos, a punto de explotar, eso era lo único que me faltaba. Otra chica burlándose de mí.
----Entonces, ¿qué fue lo que pasó? Ji, ji, ji. ----Su risa me tenía irritado.
----Los aspersores la agarraron conmigo.
----De verdad lo lamento----dijo mientras intentaba contener la risa.
----Gracias----respondí más hosco que un orco.
----Venga conmigo.
----Pero...
----Vamos----Agitó la mano con mucho entusiasmo----, lo esperan.
----Está bien.

Resignado, seguí a la chica, cabeza gacha, y nos fuimos en silencio. Por otro lado, ya había decidido qué hacer. Sin embargo, creí que lo mejor sería dar una explicación, claro que al verme en esas condiciones aquello se explicaría solo.

Me llevó a la parte trasera de la casa, tocó la puerta de madera y cristal y se despidió de mí con una coqueta sonrisa, antes de advertirme que su nombre era Stella. Volteé los ojos, en ese segundo odiaba a todas las mujeres.

Y mientras la observaba perderse por el jardín, alguien abrió y yo di un respingo. Una señora con un semblante muy amable me recibió, en medio del caos reconocí su voz: era la mujer que me habló en la entrada. 

----Joven, adelan...----hizo una pausa al mirarme de pies a cabeza. ---- ¡Santo cielo!
----Créame que ni yo sé lo que sucedió, fue tan rápido. ----Levanté mi celular que goteaba. ----¿Tendrá arroz para poder secarlo?
----Sí, por supuesto----Me jaló de un brazo y me arrastró adentro----. Por el amor de Dios. Pase, pase.
----Gracias.
Dejé caer mis hombros y mi dignidad, junto al saco en el piso. Ella me miró con lástima. Y odiaba que lo hiciera.
----¿Luzco muy mal?
----Nada que no se pueda solucionar, estoy segura.
Su honesto y optimista tono de voz me pareció tan dulce. Sonreí apenas.
----Iré por una toalla para que se limpie. ----Levantó el saco y lo puso sobre una silla.
----Se lo agradezco, pero no quiero causarle molestias
----Insisto, espéreme aquí, regreso enseguida. ¿Le gustaría un café?
----Un baño de tina sería mejor.
Ella soltó una risita, me presionó un hombro con una delicada complicidad, salió de la enorme cocina y regresó enseguida. Ni tiempo me dio de huir.
----Tomé, ahora intente limpiarse.
----Se lo agradezco----La repasé por mi cara.
----¿Qué sucedió?
----Esto es obra y gracia de los aspersores de agua----aseguré mientras me arrancaba la corbata.
----¿Qué cosa?
----En cuanto ingresé a la propiedad fui atacado por ellos.
----¡Válgame, Dios! ----Se cubrió la boca con la mano.
----Alguien me jugó una broma pesada. Y eso que aún no conozco a nadie.
----No imagino quién pudo haber sido.
----Un sujeto mezquino y ruin, al que no le importó cuanto me iba a dañar, un ocioso que solo buscaba burlarse de mí al verme indefenso. Al menos pudo tener las agallas de enfrentarme.

Si Tú Me AmarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora