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Caminé de nuevo a la cocina con el vaso de fernet lleno y noté que mi lugar había sido ocupado por Sergio, tenía cara de enojado así que supuse que había peleado con Leo o algo por el estilo. Fui a sentarme entre Paulo y Lean, el cordobés apoyo su cabeza en mi hombro mientras que el xeneize me robaba mi bebida.

—Ahora que llegó Agustina podemos seguir jugando —avisó el Kun de muy mala gana.

—¿Y a vos qué te pasó? —pregunté divertida.

Mi pregunta pareció detonar algo, Leandro me pellizcó la pierna negando con su cabeza disimuladamente cuando llevo el vaso a sus labios y no entendí nada. Hasta que vi el histérico semblante que había puesto Sergio.

—¡Lionel Andrés Messi dijo que prefiere a Neymar antes que a mi! —se quejó como si fuera un nene chiquito y Leo solamente suspiró negando con la cabeza— ¡A ese negro olor a pis antes que a mi!

Julián se ahogó y su bebida se salió por su nariz, reía mientras tosía cuando Enzo empezó a golpearle la espalda y todos empezaron a burlarse de él. La araña estaba totalmente rojo mientras agarraba su panza y parecía estar quedándose sin aire.

—¡Juli! Tené cuidado, ¿estás bien? —pregunte preocupada yo.

—Si, si. Perdón, es que me acordé de algo —mencionó cuando al fin había dejado de reír pero eso no le duró mucho, porque miró a Enzo y estalló en risas de vuelta.

Nadie dijo nada hasta que Julián se calmó, estábamos hablando entre nosotros de boludeces mientras tomábamos y pasábamos un buen rato. Cuando el chico al fin se calmó y dejó de parecer un bebé asfixiado, habló.

—¿Alguno tiene experiencias paranormales? —estaba más contento de lo normal y entendí el porqué cuando intento tomar de vuelta y Enzo le sacó el vaso.

—Pufff, ni te imaginas cuántas —comentó el kun moviendo sus manos como un esquizofrénico—. Contales la del encadenado Agus.

Todos me miraron y ahora fui yo la que casi se ahoga con su bebida, parecían estar bastante interesados en el tema y es que en realidad sí era un tema interesante. A mi me fascinaba hablar de cosas paranormales pero ahora estábamos todos lo suficientemente tomados como para imaginarnos estupideces.

—Bueno, yo tuve un sueño algo raro —comenté tímida y Paulo sacó su cabeza de mi hombro para poder prestar atención a mi relato—. Estaba en un supermercado y una señora empezaba a acuchillar a su hijo, eso no es lo más raro ni lo más loco —comenté cuando vi sus caras—. Después, en la televisión del local se veía un accidente, una ruleta de esas que hay en los parques de diversión se había zafado y había causado una gran cantidad de muertes, también habían muchos choques —murmuré intentando recordar todo con el mayor detalle posible—. Después apareció un hombre que no parecía ser humano, tenía muchísimas cadenas a su alrededor y su cuerpo no era humano, pareció traspasar la tele y empezó a perseguirme repitiendo, "no soy malo, solo estoy encadenado"

—Eso es más un sueño que algo paranormal —comentó el dibu encogiéndose de hombros.

—Es que esa no es la peor parte —habló el Kun levantando una ceja—. Agus hizo un dibujo de esa cosa y me lo mostró, no pasaron ni dos semanas cuando estábamos en mi departamento charlando y las cosas del baño empezaron a caerse, también había baja tensión. Cuando fuimos al baño, estaba esa cosa ahí tirando todo así que obviamente nos re cagamos e hicimos lo que dos adultos responsables y valientes harían, ¿qué hicimos, Agus?

—Lo mandamos a Benja —solté una carcajada y los chicos también se rieron.

—Cuestión que Benja fue al baño, pero ya no había nadie —concluyó Sergio.

—¡Ay no! —exclamó Julián espantado, al parecer el alcohol ya había causado efecto en él.

—¿Y nunca más vieron esa cosa? —preguntó el papu.

—No, pero a veces tenemos pesadillas respecto a eso —respondió el Kun como si fuera algo normal.

—Yo una vuelta había ido al campo con Anto y los nenes —habló Leo y todos pusimos nuestra atención en él—. Mateo había visto en una película que iban a acampar y quiso hacer lo mismo. A anto y a mi nos pareció buena idea así que fuimos, habíamos puesto las carpas y todo cuando a eso de las tres de la mañana empezamos a escuchar silbidos y un cantito de pendejito.

—¡El pomberito! —dijo Paulo, quien se había acostado encima mío y de Leandro.

—Bueno, Anto había grabado todo hasta que nos quedamos dormidos. Cuando nos despertamos, todas nuestras cosas habían desaparecido.

—¿El pomberito o el chorrito? —dijo Rodri burlón y todos reímos.

—¿Y vos, Enzo? —pregunté interesada y todos me miraron—, ¿Qué?

—Lo que me pasó a mi es muy fuerte —nos avisó a todos—. Cuando yo me separé de Valentina ella estaba embarazada de mi hija, Oli. Me acuerdo que cuando recién se estaba largando a caminar se había quedado en mi casa porque me tocaba tenerla a mi, me había despertado a la madrugada diciéndome "Papá", "Papá leche" —habló y parecía que le daban escalofríos al recordarlo, pero nosotros pensábamos que era totalmente normal lo que decía—. La cosa es que la agarré a upa y me fui hasta la cocina con ella, cuando termine de hacerle la leche le dije que la iba a acostar así que me fui directo para su habitación.

—¿Y entonces, qué pasó? —preguntó Julián impaciente, no sé cómo pero había logrado que Enzo le devolviera su vaso.

—Cuando llegué a la habitación de Oli, ella estaba durmiendo en su cama —soltó y todos lo miramos con sorpresa, definitivamente no nos habíamos esperado eso para nada—. Pero yo seguía teniendo a Oli en los brazos, cuando me acordé de que mi hija no sabía hablar.

—No, es demasiado fuerte —dije sorprendida y llevé una mano a mi boca.

—¿Era tipo un doppelgänger? —preguntó Nicolás sorprendido.

—No sé.

—Sabés que a mi me pasó algo igual —recordó Paulo acomodándose entre mis piernas y las de Leandro—. Me acuerdo que había ido a la Bombonera con Agus y Lean, me fui a buscar algo para comer y Leandro vino a pedirme que le comprara un whisky cosa que me pareció rarísima, y me dijo que se iba a ir al baño que estaba en la loma del orto y lo vi irse. Volví al toque para preguntarle a Agustina si quería algo, y cuando llegué ella estaba tirada arriba de Leandro y él tenía una camiseta diferente puesta.

—Nunca nos contaste eso —acusó Lean y yo asentí de acuerdo con él, nunca nos había contado.

—Y bueno qué se yo, me había olvidado.

—A mi también me pasó una de esas, ayer —dijo el dibu con rostro de preocupación y bebió un trago antes de hablar nuevamente—. Estaba cagando en el plantel cuando se me presentó el Diego y me dijo, ¡Que vamos a ser campeones del mundo carajo!

Todos soltamos un "oaaaa" y empezamos a boludear de vuelta, ya había sido demasiada conversación profunda y seria, aunque se estaba volviendo interesante.

Julián hizo que todos nos callaramos y se paró en el medio de nuestra rondita con los brazos extendidos, como un loco.

–¿Y SI VIVIMOS EN UNA SIMULACIÓN?

—¡Ay Julián, portate bien! —lo retó Enzo y volvió a hacer que se siente.

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Ayuda, mientras escribía el cap se empezaron a escuchar ruidos raros en mi casa, esto no es un simulacro. Estoy re cagada de miedo.

Rivales ||Enzo Fernández ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora