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Benja, Oli y yo bajamos hasta la cancha y él corrió para abrazarse con su padre, la mamá de Paulo corrió a envolverme en un fuerte abrazo y entre las dos buscamos al campeón. Apenas nos vio nos envolvió en un fuerte abrazo soltándose en lágrimas.

-Estoy tan orgullosa de vos, Paulito -lloriqué en el hombro de mi mejor amiga.

-De tanto esperarlo lo logré -sonrió entre lágrimas y limpio su nariz-, ¿Viste, Agus? Lo logré, lo hice -habló emocionado y sonreí.

-Lo hiciste Pau, lo hiciste.

-Mi nuerita hermosa -bromeó la mamá de Paulo besándome la cabeza y reí.

-¡El amor de mi vida! -Paulo me dió una vueltita y después me soltó-. Anda dale, te esperan.

Corrí con Oli en brazos, ella reía buscando a Enzo con la mirada y yo abrazaba y felicitaba a todos los que me cruzaba. Leandro se largó a llorar en mis brazos mientras Camila nos sacaba muchísimas fotos, Nicolás también lloró diciéndome que había sido por la abuela.

-¡Enzo! -grité cuando ví al morocho y el se tiró al piso, bajé a Oli y ella no dudó en tirarse a los brazos de su papá.

Les saqué varias fotos y después me tiré con ellos, todavía no caía en todo lo que estaba pasando. Acabábamos de salir campeones del mundo y yo estaba que no entendía nada.

-Sigo sin caer -habló Enzo y asentí, dándole la razón.

-¡Chicos, una foto! -un camarógrafo se acercó a nosotros y Enzo alzó a Oli, me corrí de la foto para que ellos salieran y Enzo me hizo señas para que me ponga al lado de él. Sonreí y lo hice sin decir nada.

Julián me abrazó por atrás y entre los dos empezamos a gritar mientras dábamos giros abrazados, estaba todo transpirado pero con la adrenalina del momento ni siquiera me había percatado de eso.

-Sos una máquina araña, una máquina -chillé dándole unos golpecitos en el hombro y él sonrió orgulloso.

Enzo le dió a Oli y Julián la alzó gustoso mientras que le pasaban la copa a Enzo y yo me iba corriendo a dónde estaba el Cuti.

-¡Agus! -me gritó y me envolvió en un abrazo, tenía un bebé divino entre sus brazos y me sonrió cuando notó que me colgué viéndolo-. Él es Valen, mi hijo.

Cristian me pasó al bebé y sonreí gustosa mientras le hacía upa, con sus manitos movía mi pelo y reía, era realmente divino. Miré al cuti emocionada, estaba consciente de la confianza que me tenía como para darme a su hijo y me pregunté en qué momento nuestra amistad había llegado a ese punto.

Este viaje definitivamente había tenido sus altibajos pero terminaba por ser lo mejor que hice en toda mi vida.

La mujer del cuti llegó y yo les entregué al bebé para que pudieran sacarse sus fotos familiares, caminé por la cancha y volví a cruzarme con Paulo. Ahora estaba toda su familia allí y todos me recibieron con un fuerte abrazo.

-¡Llegó la Dybala que faltaba, ahora sí podemos hacer la foto! -anunció Lauti y me pusieron el el medio de todos, entre todos levantamos la copa y sonreímos cuando los flashes nos taparon la vista. Esa era mi foto familiar.

-Seguro que saliste divina tía -me halagó Dolo y le di un fuerte abrazo mientras reía.

-Sos mi sobrina postiza favorita.

-Y vos sos la no mujer de mi tío que mejor me cae -me siguió la corriente y todos reímos.

-Vení, amor mío -me llamó Paulo y rápidamente fui con él, me abrazó por la cintura y colocó la copa entre medio de los dos para que el fotógrafo hiciera lo suyo-. Quería una foto de nosotros dos solos.

Rivales ||Enzo Fernández ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora