Rivales ||Enzo Fernández ✓

WHAT IF...?

FINAL ALTERNATIVO

Tenía mi mirada puesta en Enzo, había estado toda la madrugada repasando una y otra vez sus palabras en mi mente. Algo en mi se encendió y sentí todo de nuevo, todo lo que estaba negada a ver hasta ese entonces.

No sabía lo que iba a pasar con nosotros, pero tampoco podía seguir mintiéndome a mi misma. Amaba Enzo.

—Necesito que hablemos —le pedí en voz baja al morocho y éste asintió pasándole en brazos a Oli para que Benja la cargue.

Me encontraba nerviosa y no sabía cómo mirarlo a la cara para decirle lo que tenía que decirle, pero estaba segura de que por primera vez en mi vida tenía que reunir el coraje suficiente como para hacerme cargo de lo que sentía, al menos una vez tenía que ser sincera conmigo misma.

—Estás enamorada de Paulo, ¿No? —preguntó con una sonrisa apagada y al instante de oírlo, me quedé totalmente petrificada.

No sabía cómo había sacado esa rápida deducción o cómo era que hice para no salir corriendo a llorar en un rincón de la vergüenza que estaba sintiendo, estaba avergonzada de mi misma. No podía creer que había estado jugando no solo con mis propios sentimientos, sino con los de dos personas más.

—¿Cómo...

—Tus ojos —respondió rápido y se encogió de hombros—. Ayer te lo dije, miraste a Paulo de una forma que... De una forma que ni siquiera tenías para conmigo.

—Perdoname Enzo, no quería que esto fuera así —admití arrepentida, ni siquiera podía levantar la vista del suelo. No quería encontrarme con su cara y sentirme todavía más culpable—. Supongo que no podía asimilar lo que pasaba, yo no quería que esto pase, en serio.

—Morocha —con delicadeza levantó mi mentón con su mano y me obligó a mirarlo a los ojos—. Está bien, no soy quien para juzgarte por amar a alguien. En realidad siempre lo sospeché, desde el día cero supe que Paulo y vos iban a terminar juntos y está bien.

—No, no está bien —negué con la cabeza, mis ojos se habían empañado con lágrimas—. No está bien lo que te estoy haciendo a vos, no está bien lo mucho que lo lastimé a él, no está bien saber que pude evitar todo esto.

—Yo voy a estar bien, porque estoy enamorado —sonrió genuino y mi estómago se retorció ante la imágen—. Y cuando amas a alguien tenés que dejarlo ir si no te ama a vos, y ese es el acto más grande de amor que voy a hacer en toda mi vida. Te voy a dejar ir.

Sentí una lágrima caliente mojar mi rostro, no supe en qué momento empecé a llorar pero Enzo me envolvió en sus brazos para brindarme consuelo. A pesar de todo, él me estaba consolando a mi sin importar que posiblemente acababa de romperle el corazón.

—Andá a buscar a Paulo antes de que sea tarde —susurró en mi oído y besó mi cabeza—. Yo voy a cuidar a Benja hasta que vengas, quedate tranquila.

Miré a Enzo con cariño y asentí con una pequeña sonrisa, seguía pareciendome increíble lo que él ahora estaba haciendo por mi así que le di otro pequeño abrazo y empecé a caminar por el aeropuerto.

Me crucé a Leandro en el camino, él también estaba buscando a Paulo y entre los dos no hacíamos una. Al parecer con nosotros no aplicaba la frase de "dos cabezas piensan mejor que una" porque éramos dos huecos.

—¿Y vos para qué estás buscando a Paulo? —cuestionó después de un rato, me pareció raro que no lo haya hecho antes—. Los aviones no salen hasta en unas horas así que vas a tener tiempo de despedirte.