042

7.4K 605 97
                                    

Sentí que me removía en la cama aunque no estaba consciente de estar moviéndome o volteándome para poder acomodarme y dormir más cómoda, abrí un ojo para ver la hora y cuando sí me removi por voluntad propia sentí una presión me devolvía a mi posición anterior.

Enzo estaba dormido a mi lado y abrazaba mi cintura con su brazo izquierdo, estábamos en mi habitación y si mi memoria no fallaba, nos habíamos quedado dormidos en el living. Lo más seguro era que él me haya traído a mi cama para dormir más cómodos.

Prendí mi teléfono para encontrarme con que eran las cinco de la mañana, estuve por apagarlo nuevamente para seguir durmiendo cuando mi vista se enfocó en mi fondo de pantalla, Leo y yo estábamos posando con la camiseta de la selección y entonces dejé de sentirme adormilada.

El partido.

—¡Enzo! —grité para que se despertara de una, aunque al parecer me pasé un poquito de manos.

Enzo se sobresaltó por mi grito y me soltó cayendo directo al piso con las sábanas, tenía el torso desnudo y una cara adormilada así que abrí completamente mis ojos y tragué saliva cuando el morocho se levantaba y se sentaba de espalda a mi en la cama.

—¿Estás loca nena? —me retó tallando sus ojos y sonreí enternecida—, ¿Cómo me vas a despertar así? Definitivamente estás loca.

—Scaloni me va a matar —me lamenté tapando mi cara—. Son las cinco de la mañana Enzo, ustedes juegan a las once.

Hizo un ademán con su mano restandole importancia y se tiró arriba mío, aplastandome por completo con su cuerpo. Empecé a patalear pero encadenó mis piernas con las suyas y rió.

—Buen día, morocha hermosa —me dio un pico rápido y se tumbó al lado mío—. Que lindo es despertar al lado tuyo, me parece que me voy a quedar para ver Harry Potter más seguido.

—¿A vos no te llega el agua al tanque? —fruncí el ceño me miró confundido—. Te dije que es el partido y ni te mosqueaste.

—Tengo mis ojos en vos, no en el partido —volvió a darme un beso y me abrazó por la cintura—. Que Enzo del futuro se preocupe por el partido.

—Vamos a desayunar —hablé rápido cuando noté que tenía intenciones de dormirse nuevamente.

—Cinco minutos más —hizo un tierno puchero y negué con la cabeza—. Porfis.

—No.

A regañadientes se levantó y se puso su camiseta, yo entré al baño para lavarme los dientes y ponerme mis cremas en la cara. Fui hasta la cocina y Enzo ya estaba ahí sentado con si teléfono y una pequeña sonrisita, cuando me vio llegar apagó el teléfono y me tiró un beso, me pareció un poco sospechoso pero no dije nada.

Me puse a hacer el desayuno y varias veces me tocó retar a Enzo cuando quería meter sus manos, a la primera lo había dejado ayudar pero terminó quemando los huevos revueltos así que le pedí que no intentara cocinar más, terminó quedándose parado al lado mío y siguiendome a todos lados o pasándome los ingredientes.

Desayunamos tranquilos y cuando en el grupo empezaron a bardearlo por no haber estado en el plantel, se fue rápidamente. No sin antes despedirse con un beso e intentar chantajearme para usar su camiseta en el partido.

Caminé con la mayor fiaca del mundo a mi cama para seguir durmiendo unas tres horitas más, cuando cerré mis ojos y el sueño estaba llegando a mi, alguien pareció tener un radar para presentirlo porque mi teléfono comenzó a vibrar.

Val

Buen día hermosaaa!
05:53 a.m.

Rivales ||Enzo Fernández ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora