Te Extraño

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❝ Me acoste en cama llorando toda la noche, solo, sin ti a mi lado ❞

Rhaella llevaba una sonrisa en el rostro. Por primera vez no se sentía sumida en su tristeza y solo pensando en una sola cosa.

Una vez que la prueba había finalizado donde ella había ganado y Angelina bajo furiosa de su escoba, Hooch le entregó su insignia de Capitán junto con unos pergaminos del reglamento del Quidditch, jugadas y más cosas que iba a necesitar.

Camino con confianza al interior del castillo, tenía hambre y ganas de presumir su insignia a Ron. Por lo que una vez que llegó al gran comedor y los diviso en la mesa de Gryffindor avanzo hacia allá.

— Hola — saludo Rhaella con una pequeña sonrisa, luego arrojó su insignia frente al platillo de Ron — ¿Que era eso que habías dicho? ¡Ah si! ¡Lo recuerdo!... Dijiste "El Quidditch es un deporte algo agresivo.. y ustedes las chicas, bueno...", básicamente insinuaste que no era capaz de jugar..

— ¡Estas loca! — soltó Ron tan sorprendido como Harry y Hermione — ¡Eso lo dije el año pasado! ... ¿de verdad esperaste tanto tiempo para....?

— Si, lo hice — interrumpió Rhaella, luego señaló su insignia — ¿Vez eso?... Es algo que nunca vas a tener.

— ¿Ah si? ¿Y tu vez esto? — cuestionó Ron rojo del enojo señalando su insignia de prefecto — Es algo que tú nunca tendrás..

— Buena esa — apoyo Rhaella — ¿Cuanto tiempo llevabas pensando una respuesta así?

— Chicos — llamó Hermione antes de que comenzaran a discutir — Ambos ganaron una insignia, ¿no deberían estar orgullosos de sí mismos?

— No — respondieron Ron y Rhaella al mismo tiempo.

— No puedo creer que hiciste todo eso por una estúpida venganza sobre algo que dije hace mucho tiempo — dijo Ron, sus orejas rojas del enojo.

— Bueno, no hubiera hecho nada si no hubiera sido porque abriste tu bocota — siseó Rhaella. Harry solamente escuchaba en silencio sin saber a quien apoyar. Si apoyaba a Rhaella, Ron se molestaría y si apoyaba a Ron, Rhaella se molestaría por lo que se mantuvo en silencio.

— ¡Estas demente! ¡Eso es lo que ocurre! — espetó Ron — Gracias a ti, Gryffindor no va a ganar ni un partido de Quidditch.

— Por favor — soltó Rhaella sarcástica — Por mi van a ganar y si llegan a perder les haré la vida imposible, ¿escuchaste, Harry?

— Eh.. supongo — respondió el azabache nervioso.

— Esperar tanto por una tonta venganza — soltó Ron aún incrédulo.

Puedo esperar más — finalizó Rhaella — Muero de hambre, así que más te vale no decir nada en todo el almuerzo.

— Si, no vaya a ser que luego quieras planear algo para envenenarme — soltó Ron en tono amargo.

— No me desagrada la idea — respondió Rhaella tomando asiento al lado de Harry — Yo que tú, cuidaría lo que como.

Ron que se iba a llevar una pieza de pollo a la boca la soltó con brusquedad al plato y miro con desconfianza su comida. Rhaella le miro divertida.

— Rhaella no envenenó tu comida, Ron — señaló Hermione rodando los ojos — ¿Cierto?

— Bueno...

— Rhaella..

— No, no lo hice — respondió esta en tono cansado — pero los siguientes días no estes tan seguro.

— Estas loca — repitió Ron — Tal vez San Mungo sea un buen lugar para ti.

Rhaella sacó su varita que fue arrebatada por Harry antes de que esta lanzara algún hechizo.

— ¡Ya basta! — soltó Harry en tono harto — ¡Los dos!... ¿podemos comer en paz y ya?

— Como sea — respondió Rhaella, Ron se encogió de hombros y continuó comiendo.

Harry soltó un suspiro y decidió no darle su varita a Rhaella hasta que el almuerzo finalizará. Todo por precaución.

[•••]

Harry sentía que Rhaella estaba molesta con él. La razón era por lo que había ocurrido en la clase de DCAO y la pequeña pelea que este tuvo con Umbridge donde mencionó el regreso de Voldemort y la muerte de Cedric. Le habían bajado 10 puntos a Gryffindor y a parte le habían castigado toda la semana a las 5:00pm.

— Rhaella — llamó Harry en la hora del almuerzo cuando esta se había sentado frente a él.

— Cállate — espetó está con dureza — ¿Que te dije ayer, Potter?

Harry nunca le había temido a alguien de su misma edad como en ese momento. El azabache le miro sin entender.

— Te dije sobre las audiciones para los guardianes — le recordó Rhaella soltándole un golpe en la cabeza — te repetí tres veces que necesitaba que fueras, que todo el equipo fuera para ver como el nuevo guardián armonizaba con todos. Te lo dije y ahora estás castigado por la vieja esa.

— ¡Lo había olvidado!

— Claramente lo hiciste — espetó Rhaella furiosa.

— ¿No estas molesta por lo de Cedric?

— No pienso tocar ese tema — advirtió Rhaella. El simple hecho de que lo mencionaran le hacía recordar demasiadas cosas — Tal vez seria bueno buscar un nuevo buscador.

— ¿Que? — soltaron Harry y Ron al mismo tiempo.

— ¡No puedes hacer eso!... no fue mi culpa que me hayan castigado — dijo Harry molesto.

— Claro que lo fue — señaló Rhaella — No te costaba nada mantenerte callado. Hermione te dijo el porqué esa mujer estaba ahí, pero no.... No puedes controlar tu furia.

— Solamente dije la verdad — insistió Harry — No me puedes echar del equipo.

— Lo haré si no vas a la prueba hoy — determinó Rhaella — Buscaré un remplazo que no sea castigado tan seguido como tú.

— ¡Te dije! ¡Está loca! — espetó Ron cuando Rhaella se levantó furiosa del gran comedor. Harry se encontraba igual de molesto que ella.

— No puede echarte del equipo, Harry — le tranquilizó Hermione — eres su mejor jugador.

— Es Rhaella — dijo Harry obvio — Buscará la manera de echarme del equipo para demostrar que ella no se anda con amenazas vacías.

— ¡Johnson! — llamó Rhaella cuando la mujer iba a ingresar al gran comedor. Rhaella iba de salida — Necesito que te encargues de las pruebas de guardián de hoy.

— ¿Que? — preguntó está perpleja — ¡No puedes dejar al equipo varado! .. se supone que tú eres la capitana.

— Ya reserve el campo de Quidditch, aquí tienes la lista de los que audicionaran y... se supone que todo el equipo debe presentarse para ver cómo armoniza el nuevo jugador con todos — siguió diciendo Rhaella sin darle importancia y dándole un pergamino a Angelina — Solo asegúrate de no elegir a un inútil. Hoy estoy indispuesta.. espero lo comprendas.

— Pero...

— Y si Potter no va me lo dices — finalizó Rhaella retirándose del gran comedor dejando a Angelina con las palabras en la boca.

Con rapidez se dirigió a su habitación, sentía tantas ganas de llorar y se estaba guardando todo desde que mencionaron a Cedric en aquella clase. Sabía que no iba a estar bien dejar al equipo como si no fueran nada, pero no estaba dispuesta a preocuparse por algo tan simple como un guardián, sabía de antemano que Angelina era muy capaz al dejarla a cargo o eso esperaba.

Entonces sin esa preocupación en mente se permitió llorar en la soledad de su habitación para dejar salir todo lo que sentía atorado en su pecho.

MASTERMIND [Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora