La creación: "Nuestro legado"

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El agua del río de la eternidad era testigo de la decisión más importante que se tomó en las sagradas tierras del edén.

El día más esperado por las que en su momento fueron las más brillantes almas había llegado después de mucho tiempo, agotadas después de miles de años iluminando el reino del mundo mortal, ellos por fin tenían el gozo de volverse a ver.

Sus almas, incluso cuando se apagaban un poco más cada día, al encontrarse se sumieron en el más sublime éxtasis. sus manos se tocaron, sus cuerpos se rozaron, sus aromas naturales se mezclaron, sus labios se devoraron, con el mismo deseo que la primera vez, incluso, aún más.

Era un amor infinito que no tenía fin.

En días como hoy, en el cual se les fue concedido un fugaz momento de amor, iba a ser diferente. en otras circunstancias, como en eclipses pasados, ellos volcarían su amor en el otro sin pensarlo, de la manera en la que solo ellos pueden hacer, llenando de luz no solo el eden, si no que también el mundo mortal.

Tan increíble era su brillo, que lo enceguecía todo.

Aún así, hoy era diferente.

Luna, quien apenas podía mantenerse en pie, deteriorado y enfermo, sonrió de la manera más honesta posible porque hoy era especial. sol por su parte, quien no podía alardear de una buena salud y hasta por decirlo menos, se había deteriorado más rápido y más brutalmente que luna, como siempre, aparentó frente a su amado que todo estaba bien. cuán despistado lo había hecho el amor a sol, quien desconocía profundamente que luna era consciente de todo.

La erosión en sus almas que, conectadas estaban, era visible para ambos.

Aún así, ambos caminaron hasta donde la silueta de su padre los esperaba con anhelo y también con una tristeza que lo carcomía.

Sus dos hijos habían estado haciendo esto por cientos de años, desde que habían tomado tal decisión, sin siquiera poder evitarlo o tratar de convencerlos, se dió cuenta, que pese a todo, pese a que hay un libro lleno de palabras que narran el destino, no solo de los mortales, también de las almas que han sido su creación.

Ellos encontraron una forma de burlar, aunque sea un poco, su cruel destino.

Desde que él fue el encargado de darle la carta con tal decisión a sol de parte de luna, ellos se habían puesto en marcha con aquello que los incentivo a cada día, iluminar días y noches con un anhelo que él nunca había visto.

Ya no habían reclamos, ya no habían llantos, no había enojo, no había rencores... no había dolor.

Cientos de años, pasando sus días y noches en el río del destino, volviendo a sus labores, amándose cuando era el momento y viviendo día a día con un solo propósito.

Padre sintió por primera vez una amargura que no lo dejaría tranquilo hasta el día en que pereza en este mismo edén.

—¿cuanto tiempo ha sido ya?— la voz enferma de luna resonó en este hermoso lugar, como si fuera un detonante para cada alma que esperaba un recipiente aquí, todas ellas, iluminaron fuertemente llamadas por la voz— ya me he acostumbrado a esto.

Luna rio con ternura al mismo tiempo en que apoyaba su cabeza en el hombro de su amado.

Este por otro lado sonrió mostrando más vivo que nunca el amor que sentía por esa alma.

Si había algo que caracterizaba a sol, era lo honesto que era con sus sentimientos, incluso si no lo decía a viva voz, sus expresiones y sus acciones hablaban por si solos.

—Han sido doce vidas— respondió sol, él no había perdido la cuenta, no podía hacerlo, lo tenía guardado en su alma— doce largas vidas.

Luna lo mira con ojos brillantes, si lo ponía así, tenía mucho sentido el porque sus almas se deterioraron más rápido de lo debido, sobre todo la de sol.

Past Lives: Eternity || HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora