Past Lives: Eternity || HopeV

Sesenta y cuatro.

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Pov Sr Kim.

Sintiendo la fría brisa golpeando mi rostro, mi respiración agitada hasta el punto en que me dolía respirar, el miedo recorriendo sin escrúpulos cada parte de mi ser, el cansancio tomando de mí, corría con la desesperación pisandome los talones.

El sonido de los latidos de mi corazón golpeaban fuertemente en mis oídos, el crujir de las ramas bajo mis pies me hacían perder la cabeza, el lodo que por momentos parecían armas mortales me hacían tambalear, la noche de cernía sobre nuestras cabezas, la peligrosa oscuridad parecía un callejón sin salida y la linterna que luchaba por iluminar mi camino amenazaba con apagarse, mi alma estaba colapsando, tal como un castillo de arena que es víctima de una gran ola que sucumbe a todo.

Me detengo abruptamente cuando siento que me encontraba perdido en algún punto del bosque, mis pulmones lucharon por agarrar aire de algún lado, después de todo, había estado corriendo sin parar por un buen tiempo, mi pecho dolía, con desespero apoyo una de mis manos en el primer árbol que mis ojos pudieron encontrar, ante el silencio de este tenebroso bosque en medio de la madrugada, mis intentos por recuperarme era todo lo que se podía escuchar, no tenía tiempo que perder, así que me incorporo cómo puedo y con mi mano temblorosa, ilumino mi alrededor...

Tal como llevaba siendo desde hace unos minutos, todo era bosque y frondosos árboles.

Mi corazón se empezó a agitar nuevamente y una oleada de miedo y desesperación, más aterradora que la anterior me golpea haciendo que todo mi cuerpo tiemble, con frenesí nuevo mi linterna de un lado a otro, como si con eso pudiera encontrar lo que ando buscando, pero nuevamente, todo parece indicar que voy por mal camino.

—¡Hija! ¡Mi pequeña! ¿¡Me escuchas, Seolhyun!?— Grito con todas mis fuerzas sintiendo el sabor metálico en mi garganta, mi mano que apretaba con tal fuerza la linterna que cada vez se iba apagando un poco más empezó a temblar al igual que mis labios—¿¡Seolhyun!? ¿¡Puedes oírme!? ¿¡Estás por aquí!? ¡Papá está aquí! ¡Seolhyun te lo ruego! ¡Contesta!

Implore con desolación, los pajaros y aves que tal vez estaban en su descanso salen de las copas de los árboles alertados por mis gritos, el corazón parecía salirse de mi garganta con cada sonido, mi linterna no dudaba en iluminar cada trazo que me dijera que había alguien más aquí conmigo, pero todo se resumía a nada.

—¡Mierda!— Grité exasperado cuando a mi alrededor una vez no había nada— ¡Solhyun! ¡Por favor hija mía! P-Por favor... A-Aparece, te lo ruego...

Mis rodillas empiezan a temblar ante los sollozos que salen de mi boca y me hacen sentir impotente, mis ojos se llenan de lágrimas y una sensación del más amargo miedo solo hace que mi cuero caiga por si solo, lanzo mi linterna preso del pánico y al desesperación y mis manos tocan el suelo, las hojas, las ramitas, la tierra seca en contraste con aquella que ya era lodosa... ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Una hora? ¿Dos horas? ¿Cuánto tiempo mi hija lleva desaparecida?

Miro el suelo en plena oscuridad y los peores pensamientos recorren mi cabeza. ¿Dónde está? ¿A dónde fue? ¿Se la llevaron? ¿La vieron fuera y decidieron llevársela? ¿Y si le hicieron algo malo? ¿Y si la golpearon? ¿Si está herida? ¿Estará llorando y pidiendo ayuda? Ella no es una niña que haya escapado por si sola, ella siempre es atenta y considerada, nunca haría algo como esto, ella no se fue por su cuenta, algo debió pasarle... Debe estar en peligro y yo como un tonto corriendo todo el bosque sin encontrarla... No puedo evitar sentirme frustrado, mi propia hija.

Golpeo el suelo con impotencia, gritos de dolor salen de mi boca y las lágrimas caen como una lluvia de otoño, me apresuro en tomar la linterna, esta titilaba en señal que pronto se pagaría.