Nueve.

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El sonido leve de los cubiertos chocando con el plato y la alegre melodía de la música proveniente de la radio llenaban mis oídos haciéndome sentir, inesperadamente feliz.

Mis ojos estaban puestos en la deliciosa comida que tenia frente a mí, en días como hoy, cuando mi abuela prepara con amor mi platillo favorito, no tengo otra cosa mas en que pensar y en estar concentrado más que en eso, en la comida y es que ¿Cómo no estarlo? Si esta comida estaba tan pero tan sabrosa que este era mi segundo plato, mi apetitoso y amado segundo plato. Si soy lo suficientemente sincero, este debería ser un milagro, porque habitualmente mi abuela era muy estricta con mi alimentación y aunque las comidas eran contundentes desde que vivir en una granja te daba la opción de una alimentación completa, ella siempre se aseguraba que la alimentación fuera la idónea, así que sí, hoy se podría decir que es un milagro que haya tenido la oportunidad de repetirme la comida y más aún, siendo mi plato favorito.

La mesa estaba en silencio, ninguno de mis abuelos decía mucho y mas que eso, la radio era la que nos daba una atmosfera agradable, mi abuelo solía colocar su música favorita que era bastante animada y te daba una sensación de querer bailar.

Mi estomago de alguna manera me decía que se sentía lleno, que no aguantaría una probada más de esta deliciosa comida, pero yo era testarudo incluso cuando sabia que más tarde iba a tener dolor de estómago, estas oportunidades no se repiten todos los días, así que me di el lujo de ser glotón por un día, respiré profundo mientras masticaba lo que tenía en la boca y me dije que esperaría unos minutos antes de volver a comer y terminar ese poco que aun quedaba en mi plato.

Fue así como me senté de manera recta en mi silla dejando descansar un poco mi lleno estomago a miré a mis abuelos quienes ya habían terminado de comer, mi abuela me sonríe de manera curiosa y finalmente me dice.

—Hijo... No comas tan rápido— Me dice mientras amablemente me ofrece un paño para que pueda limpiar mi boca— Enfermaras si sigues comiendo de manera tan glotona.

Tomando el paño, hago caso a su mandado y limpio mi boca de manera correcta.

—Lo sé, abuelita...— Digo sonriendo ampliamente— Pero es que tu comida es muy deliciosa y además preparaste mi plato favorito.

Mi abuela ríe mientras se levanta y empieza a recoger los platos de la mesa, rápidamente le sigo los movimientos y le ayudo también, sintiendo que mi estomago estaba tan lleno y apretado que ante cualquier movimiento podría reventar.

—Este nieto mío...— Murmura entre sonrisas— Chiquillo glotón.

Ella parece regañarme, pero se que solo está jugando, ambos reímos ante eso y juntos fuimos a limpiar cada cosa que estuviera sucia, lo secamos y lo guardamos en su lugar. Mientras hacíamos eso escuchamos a mi abuelo levantarse de la silla, mi abuela se da la vuelta rápidamente al igual que yo.

—Este viejo...— Se queja ella mientras seca sus manos en su delantal de cocina y me da una mirada rápida— Taehyung, ayuda a tu abuelo a regresar a la habitación— Rápidamente y haciendo caso a lo que me abuela decía me acerco a mi abuelito— ¿Cuántas veces no te he dicho ya que tienes que hacer caso a las recomendaciones del Doctor? Viejo irresponsable.

Cuando me acerco a mi abuelo, este niega con su cabeza.

—No, no, no... Yo no estoy paralitico ni postrado— Refunfuña enojado mientras trataba de levantarse de la silla, pero le costaba mucho y solo se quejaba de dolor— ¿Por qué me tratan como un invalido? Yo puedo hacer mis cosas solos... Ese doctor no sabe lo que dice, yo estoy bien, no necesito ayuda.

Al ver que mi abuelo no podía ponerse de pie me acerco y lo tomo del brazo para poder ayudarle, pero, aunque mis acciones son buenas y estoy honestamente preocupado por él, solo logro hacerlo enfadar. Él me aleja con su brazo y se queja de manera demandante haciendo que retroceda unos pasos.

Past Lives: Eternity || HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora