Past Lives: Eternity || HopeV

FINAL

Mientras miraba mi reflejo en el espejo no podía evitar respirar con dificultad, mi corazón se había vuelto loco en un frenesí el cual no podía detener, el vapor inundaba el pequeño espejo frente a mí y mi ropa que se empapaba cada vez más con las gotas de agua que caían de mi cabello, se pegaba incómodamente a mi piel.

De alguna manera, las ganas de vomitar no se iban.

Tapando mi boca ante la repentina sensación nauseabunda, me obligo a mi mismo a mantener la calma, atacado por los nervios mis ojos asustados recorren mi reflejo en el espejo encontrando como nunca mil y un defectos. 

Una vez más, siento que podría llegar a vomitar.

Observando nuevamente mi rostro, noto que está más rojo que de costumbre, está más hinchado que otras veces y no puedo obviar el repentino granito que creció al lado de mi nariz en el momento menos oportuno, trato de tocarlo con la intención de eliminarlo, pero me detengo cuando me doy cuenta que puede ser mala idea y mi cabeza de empieza a volver loca.

¿Por qué me veo de esta manera el día más especial de mi vida? ¿Por qué amanecí tan... Feo? ¿Hoseok me verá así? ¿Que pensará si me ve así, tan rojo como un tomate y tan hinchado como un pez globo? Para más remate con un enorme grano al lado de mi nariz.

Oh, Dios mío... Oh, Dios mío... Oh, Dios mío.

¡No puede ser!

Ahogado por el repentino miedo en contraste con el nerviosismo que había estado sintiendo desde que me desperté en la mañana, mi estómago aún vacío a estás horas de la tarde amenazaba con revolverse, con miedo y pánico empiezo a caminar de aquí para allá en el pequeño cuarto de baño, mi cuerpo temblaba y mi corazón parecía hechar humo de tan rápido que latía.

Mordiendo mis uñas me acerque una vez más al espejo y lo que veía me hacía sentir débil al borde del desmayo... No puedo ser, no puede ser. 

Niego con la cabeza y me digo a mi mismo que debo tomarlo con calma, que debo estar tranquilo y pensarlo con claridad, afuera ya están montando todo y dentro de poco los invitados iban a empezar a llegar, no debo perder la calma, no debo arrojar a la basura lo compostura, hoy es un día muy especial, hoy es un día maravilloso, hoy es un día...

Llevando mis ojos la reflejo en el espejo, mis palabras se detienen, me quedo un momento pensando y finalmente...

—¡Oh, por el amor a mis gallinas!— Digo golpeando ligeramente mi cabeza— No puedo hacerlo, no puedo hacerlo... ¡No puedo hacerlo!

No podía calmarme. Incluso cuando quería hacerlo.

Tapando mi boca una vez más, las náuseas llegaron a mi más fuertes que nunca. ¡Maldita sea!

Fue en ese momento, en donde ya me veía arrodillado frente al retrete vomitando mis tripas hasta morir que la puerta del baño suena tres veces haciendome saltar de un susto.

En silencio mientras respiraba con dificultad, miro hacía la puerta incapaz de abrir, la voz de mi abuela resuena calmandome un poco más.