Past Lives: Eternity || HopeV

Noventa y cuatro.

Sentados en el sofá, sosteniendo un cepillo, suavemente, en medio de la música suave que salía desde una radio antigua, con cariño peinaba el suave cabello de la mujer frente a mí.

El sedoso y largo cabello oscuro emanaba un dulce olor, la mezcla del shampoo y el acondicionador en contraste con la estela de una agradable colonia inundaban el ambiente en el cual nos encontrabamos.

La tía que en su mano sostenía una taza de té y a un lado, estratégicamente posicionado un platito con pequeños dulces, parecía tararear con una melodiosa voz una de las canciones que sonaba con ímpetu, teniendo cuidado de no tirar demasiado su cabello y tratarlo con amabilidad, dejo a un lado el cepillo y con los dedos separo en secciones, mis ojos fugazmente miran hacía el ventanal, el sol de la tarde brillaba más que nunca.

Volviendo mi atención a la mujer frente a mí, no puedo evitar sentirme contento de poder estar aquí junto a ella.

—Tía, su cabello ha crecido mucho estos últimos meses— Hablando con cuidado para no perturbar su estado de ánimo y mucho menos irrumpir su dulce tarareo, los dedos vuelve a acariciar con gentileza cada hebra— Está muy brillante y largo, es un gusto poder peinarlo.

La mujer que empezó poco a poco a detener su tarareo parece quedar un momento en silencio.

Un pequeño mechón de su cabello se desliza al lado de su rostro y ella en consecuencia y con cuidado de no derramar su taza, lo toma sintiéndolo con la yema de sus dedos. No podía ver su rostro ahora mismo, pero dado su suave respirar, me aliviaba saber que estaba en completa tranquilidad.

Su voz suena amable.

—Es cierto— Dice en acuerdo— He olvidado cortar de él, tal vez debería hacerlo pronto.

—Su cabello es muy bonito— Vuelvo a decir— Me gusta como está, largo y suave, pero si quiere cortarselo, estoy segura que se verá igual de linda.

Ella suelta una pequeña sonrisa, más no dice nada, por el contrario, puedo notar como le da un sorbo a su taza con té.

En ese último tiempo en donde hemos estado juntos, me he dado cuenta que ella era una mujer de muy pocas palabras, podías tener una conversación con ella, pero sería breve, en muchas ocasiones cuando no sabe que responder ella solo responde con una sonrisa y sigue haciendo lo suyo tratando diligentemente de no se grosera.

Tía es una persona amable, pero muchas veces no tiene la fuerza para rodearse de gente y prefiere vivir en su espacio con tranquilidad y silencio, aunque eso no quite la necesidad que tiene de tener gente a su alrededor.

Por eso cada vez que vengo, hablo con ella lo que ella me permita y me quedo a su lado sin causar mucho problema. Es por esa razón que mientras trenzaba suavemente su cabello, pensé que la conversación había terminado y tal vez lo hizo por unos minutos, pero enseguida, su dulce voz resonó llamando así mi atención.

—El año ya se está acabando...— Un susurro casi imperceptible se escuchó, mis dedos que trabajaban en su pelo no se detuvieron, pero mi atención se volcó en ella sin dudar— Este año... Este año será mi primera navidad junto a mis hijos... Después de mucho tiempo.