Solo por ella.

El Destinó Siempre Es Un Obstáculo (parte 3)

Frente a la mansión matou...

- parece que el lugar está tranquilo - dijo kariya mirando el sitio que no era un lugar de muy buenos recuerdos.

- apesta, es nauseabundo y simplemente me da asco, la sacaremos de aquí y nos vamos - dijo goku con tranquilidad aunque si rostro tenía una leve mueca en su rostro.

El solo asintió y entraron a la mansión si bien el lugar puede que estuviera protegido por una barrera o varias trampas por los pasillos para evitar intrusos esto no fue problema para este servant quien se paseaba como si fuera su propio hogar.

Dejandolo aún lado este subió las escaleras y camino hacia la habitación donde ella estaría tocando la puerta está misma se abrió mostrando a una pequeña niña de no más 6 años cabello purpura con un listón en su  cabello y sus ojos estaban sin brillo.

- ¡Sakura! - diría un kariya feliz de verla y por la reacción de la niña ella también parecía feliz de verlo.

Un pequeño abrazo selló este encuentro que sí bien era conmovedor aún estaban en la guarida del lobo y debía salir de aquí primero.

El la encaminó por los pasillos de la mansión en busca de cierto hombre pelo plateado quien a los segundos pudo vislumbrar pero este subía del sótano y parecía limpiarse las manos y arrojar el pañuelo con el cual se limpio hacia el sótano mientras una sonrisa cruel se extendía en su rostro mientras cerraba la puerta del lugar.

Por un momento kariya pensó si fue buena idea hacer un trato con este hombre que solamente quería informacion relacionada con quien fue su servant en esta guerra.

Este lo miró acercarse y mirarlos con una sonrisa tranquila en cual cambió rápidamente a un semblante curioso al percatarse de la niña que se escondía tras las piernas del hombre.

Este se puso en cuncluyas y la llamó con una sonrisa amable, dudando si era buena idea que el hombre tuviera algun contacto con la niña este se mantuvo reacio con dejarla pasar, pero a los pocos segundos ella mismo se acercó a él voluntariamente para su sorpresa.

- Soy Raziel y pequeña como te llamas - pregunto el peliplata con un tono dulce y amable.

- Sakura - dijo la niña tímidamente.

El hombre frente a ella desprendía algo completamente diferente a la aura oscura que estaba acostumbrada a ver por parte de su abuelo y era muy evidente ya que sus "entrenamientos" la cambiaron.

Goku se percato de ésto de inmediato y sabía que hacer, los milagros de su misma esensia podían curarla después de todo la gracia de Dios moraba en el pese a ser un ángel y varias cosas más.

Unas alas doradas salieron de su espalda para sorpresa de kariya y de la pequeña Sakura quien emitió una gran sonrisa, pues era lo más hermoso que había visto hasta ahora.

Esa sonrisa valió la pena para goku, una decisión correcta al final de todo, este tomó una de las plumas doradas y la arranco para después tocar a la pequeña niña con ella en la nariz de inmediato una luz inundó el lugar y así como vino se fue.

Sakura al ver esto cerró sus ojos hasta que la luz cesó, tras hacerlo ella miró como aquella pluma se volvió negra y había perdido todo su brillo, el hombre tenía una sonrisa complacida en su rostro y de levantó sin embargo ella tomó su mano unos segundos algo que se ganó la curiosidad del hombre.

- puedo quedarme con la pluma - dijo Sakura tímidamente.

- está, ya no sirve puedo darte una dorada - dijo el hombre señalando las alas a su espalda.

Pero ella simplemente negó y tomó la pluma en sus manos.

- ¿quiero esta? Puedo - lo miro Sakura.

Este solo sonrió y la dejo en sus manos y para su sorpresa las manos de goku brillaron levemente y la pluma se enrollo en su muñeca y se transformo en una pequeña púlcera con un diceño alada.