Solo por ella.

Un destino maldito (parte 2)

La noche se sernia en la cuidad de Fuyuki pero no era una normal pues en esta peculiar noche, el silencio predominaba pero no era un silencio común pues era un perpetuo y absoluto silencio que pondría nervioso a cualquiera quien sin dudarlo pensaría que algo malo estaría por pasar.

- donde está Irisviel - dijo Goku traquilamente.

- fue con Azshara - dijo Jeanne mirandolo.

- por qué con ella - indago Goku con una ceja alzada en señal de curiosidad.

- pues según lo que oí le Hiba a enseñar a controlar el poder que tiene en su interior - dijo Jeanne con tranquilidad.

- ya veo, bueno me gustaría ser yo quien lo haga pero a este punto no importa quién lo haga - dijo Goku traquilamente.

- a todo esto, que es ese cristal que llevas en las manos - dijo Jeanne con algo de intriga pues sentía un puro e inmenso poder divino en ese objeto tan peculiar que Goku traía consigo.

- oh, esto es una piedra del alma - dijo Goku con tranquilidad.

- ¿piedra del alma? - espetó Jeanne con curiosidad.

- sirve para purificar el alma de la influencia demoníaca que deje tras de si la presencia de un demonio - dijo Goku miéntras miraba la roca carmesí.

- para que piensas utilizarla - dijo Jeanne.

- para evitar que el alma de Valeera siga siendo corrompido por los demonios y cualquier influencia con poder maligno - dijo Goku simplemente.

- ya veo, bueno con todo lo que está apunto de pasar al menos sería mejor poder sacarla del fuego cruzado - dijo Jeanne con seriedad.

- si, pienso lo mismo. Por mi culpa de vio envuelta en estos conflictos tan grandes es demasiado para una niña - dijo Goku traquilamente.

- que piensas hacer después de que esto termine - dijo Jeanne mirandolo fijamente.

- no lo sé, pero me la llevaré. Hasta donde se, soy el único que puede detenerla, el poder que en ella mora es inmenso además soy el responsable de que ella esté aquí, lo menos que puedo hacer es cuidar de ella - dijo Goku traquilamente.

- aún así me pediste que cuidara si algo te ocurre - dijo Jeanne con seriedad.

Estás palabras causarían que Goku guardara silencio, el rumbo de lo que estaba por ocurrió era muy frágil y cualquier cosa podía inclinar los resultados para el lado que sea.

- se lo que dije, pero únicamente lo dije porque no quiero que se quede sola aún si algo me pasa - dijo Goku traquilamente.

- no hay otra razón tras de ello - dijo Jeanne mirandolo.

- bueno si soy honesto, el poder de los celestes también la puede detener así que eres mi única opción realmente - dijo Goku traquilamente.

- entiendo - dijo Jeanne.

Sin nada más que hacer allí ella solo decidió salió de la habitación y dejar a Goku allí solo quién dio un leve suspiró.

- bien supongo que puedo iniciar ahora - dijo Goku traquilamente.

Este corto parte de su antebrazo derecho y dejo que su sangre bañara el cristal el cual a medida que absorbía la sangre del saiyajin hiba cambiando de color de rojo carmesí a uno dorado brillante.

- ¿Que es lo que hace señor Goku? - fue la pregunta que oyó el saiyajin.

La habitación estaba en silencio pues los únicos allí eran Valeera y Goku, este se abstuvo de mirarla y continuo con lo suyo.