Algo dentro de mi alma se había oscurecido, algo dentro de mí había cambiado. Podía sentirlo, sentía recorrer mi cuerpo palmo a palmo cambiando la mujer que era por una completamente diferente.
Había matado a Daeron, había matado al hombre que aparentemente se comportaba bien conmigo, pero que no había hecho otra cosa que mentirme, engañarme, abusar de mi falta de conocimientos mientras yo ingenua de mí pensaba que aquel era el esposo que mi padre había elegido para mí.
-Él resto vendrá muy pronto, Dayra…-susurré caminando hacia las escaleras.
-Eres la señora de Invernalia- ella me siguió- haré todo lo que me ordenes.
-Necesitamos un arco más y bastantes flechas, ellos tienen dragones y….
Me giré para mirarla.
-Son más diestros en combate que nosotras, eso es obvio.
-¿Matarás a tu esposo?
-Después de sacarle toda la información, si, sin dudarlo- tragué saliva- no siento absolutamente nada por él, es más, para mí es un completo desconocido del que solo sé que me regaló como si fuera mera mercancía a su hermano después de matar a mi familia.
-Hemos matado a un príncipe, pueden venir hasta los…
-Puede venir quien quiera, Dayra- la agarré de los brazos- nosotras no vamos a rendirnos, recuperaremos nuestro hogar.
Sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Me han hecho de todo en este tiempo- me abrazó asustada- han abusado de mí, me han intentado vender a burdeles y hasta me quitaron un dedo.
Se aferró a mi con fuerza.
-Lucharemos si hace falta pero no quiero volver al mundo de fuera…
Y más pronto de lo que esperábamos escuché el aleteo de un dragón surcando los cielos.
-Oh dios mío vamos a morir- sollozó.
Ignorandola caminé hacia la ventana y vi un dragón dorado, el dragón que ya había visto montar a Aegon cuando vino a Antigua.
-Escondete, yo me llevaré el arco- dije agarrando el arma y bajando las escaleras con rapidez.
-Voy a tener que empezar a llamarte "la ladrona de Invernalia"- sonrió Alys entrando la primera-¿Acaso no te han enseñado a no coger lo que no es tuyo?
Sonreí con la misma falsedad con la que lo hizo ella.
-¿Te refieres al dragón, Alys?- puse los ojos en blanco viendo a Aegon y Aemond entrar- es de mi esposo, así que supongo que no cuenta como robo.
Los dos hermanos observaron el cuerpo sin vida de Daeron en el suelo y cuando Aegon fue a dar un paso hacia mí, Aemond se lo impidió poniendo una mano en su pecho.
-Oh no, querida, Aemond es…
-Dejalo ya, Alys- la interrumpió Aemond- claro que es mi esposa, no insultes su inteligencia.
Tensé el arco observandole con odio.
-¿Mataste a mi familia?- pregunté.
-Les mandé a los Peldaños de Piedra a morir, sí- contestó.
-¿Por qué has matado a Daeron?- preguntó esta vez él.
-No era mi esposo-dije cortante.
-¿Que recuerdas?- este vez fue Alys la que preguntó.
Dejé de apuntar a Aemond y me centré en ella.
-¿Que debería recordar?
Las dos nos desafiamos con la mirada, pero fui yo la que continúe hablando.
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La loba y el dragón// (Aemond Targaryen)
RomantikII parte de "La chica del antifaz" FANFIC House of the dragon