Cinco

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No hizo falta más que escuchar como pronunciaba el nombre de aquella chica para que Daeron llamara mi atención.

Así que aún descalza y con el camisón caminé hacia su dragón con cautela, buscando de alguna forma llamar su atención.

Quería saber más sobre él, saber más sobre aquel chico que a diferencia del otro no parecía importarle en absoluto tener todo el poder en la palma de su mano.

-¿Quieres tocarlo?- preguntó alguien detrás de mí.

Pero cuando me giré, no era ningún chico de pelo plateado, sino un hombre algo mayor que yo, que me dedicaba una amplia sonrisa.

-No te he visto en la fiesta- se llevó una mano a su cinturón sin dejar de sonreír- ¿Eres la hija mayor de Cregan Stark?

Asentí sin comprender qué era lo que quería, viendo asombrada como él sujetaba mi mano para posar un beso sin apartar su mirada de mi.

-Los rumores sobre tu belleza se quedan realmente cortos..-susurró.

Alejé mi mano de él con incomodidad.

-Borros Baratheon- Aemond se acercó a nosotros confundiendome incluso más- creo que debería entrar en el castillo, no creo que a Cregan le entusiasme mucho la idea de que moleste a su hija a estas horas de la noche, ¿no cree?

El hombre se giró fulminando con la mirada a Aemond.

-Con todos mis respetos, creo que la señorita y yo estábamos…

-Terminando nuestra conversación-le interrumpí sonriendo con falsedad y comenzando a caminar.

Aemond se encogió de brazos y me siguió sin perder tiempo alguno.

-Sophie- me llamó haciéndome girar para lanzarme el tacón de Yara que agarré al vuelo- con eso no habrías llegado ni a rozarme si decidiese reducir a cenizas este lugar, la próxima vez mantente en el interior como haría cualquier dama con modales.

Le miré con enfado, ¿Cómo podía lograr encender la rabia dentro de mi en escasos segundos?

Y sin pensármelo, sabiendo que en aquel momento había más gente observandonos, que mi padre podía regañarme y que quedaría mal ante los ojos de los invitados lancé con fuerza aquel tacón que Aemond esquivó sin llegar siquiera a rozarlo.

Soltó una sonora carcajada.

-La próxima vez quédate en el interior porque ya veo que lo tuyo no es pelear- se humedeció los labios e hizo el amago de darme la espalda, pero cuando vió a Borros Baratheon caminar hacia mi, frenó de golpe.

-¿La está molestando este…

-Disculpe, pero creo que yo puedo defenderme completamente sola de cualquier persona que me moleste-le interrumpí viendo cómo Aemond elevaba las cejas asombrado con mi respuesta- así que le pido por favor que no se meta en mis asuntos.

Y me alejé, viendo cómo Yara cruzada de brazos hablando con Jon me miraba boquiabierta.

-Creo que deberíamos ir a dormir-le dije tirando de su mano al interior del castillo- creo que esta fiesta está más que terminada.

-Lord Borros ha estado preguntando por ti toda la noche- dijo ella subiendo a mi lado las escaleras- y ha estado hablando con padre sobre Bastión de Tormentas.

La miré caminando hacia mis aposentos.

-¿Es viudo?- pregunté abriendo la puerta- porque recuerdo a padre decir que ese hombre tenía unas cuantas hijas.

Ella asintió viéndome caminar hacia la cama sin apartarse del marco de la puerta.

-¿Puedo preguntarte algo?- preguntó cruzándose de brazos.

Asentí sentándome en la cama y bostezando con cansancio.

-¿Te gusta Aemond Targaryen?

-Ven- le hice un gesto con la mano para que se sentará a mi lado en la cama.

Yara suspiró y cerrando la puerta entró caminando lentamente hacia mí.

-Yo solo me permitiré ver así al hombre con el que padre decida casarme- contesté con sinceridad.

-¿Y si ese hombre es él?

Yara no esperó mi respuesta, se tumbó en la cama y apoyó su cabeza en mi regazo como cuando era pequeña y yo jugueteaba con su largo cabello oscuro.

-Tú siempre has sido más cercana a padre, y entiendo que quieras que se siente orgulloso de ti, pero él matrimonio es para toda la vida, ¿Seguro que quieres unir tu vida a alguien al que probablemente no ames?

-Madre lo hizo, y con el tiempo se acabó enamorando de nuestro padre-me expliqué.

Ella levantó la vista y me miró con seriedad.

-Padre va a comprometerme con Lord Borros Baratheon- confesó- al menos eso he creído escuchar y no creo que ese hombre más mayor incluso que nuestro padre pueda lograr entrar en tu corazón.

La miré e intenté ignorar el nudo de mi garganta.

-¿Seguro?

Ella asintió.

-Padre quería cazar a alguno de los Targaryen, pero ninguno se ha pronunciado para pedir la mano de ninguna de las dos-se encogió de hombros sin dejar de mirarme- y tú con dieciocho años ya tienes edad para casarte, así que padre no se lo pensó mucho cuando apareció Lord Borros.

-Entonces estoy segura de que será un buen esposo…-susurré en un hilo de voz.

La loba y el dragón// (Aemond Targaryen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora