Cuando llegamos a Rocadragón ya había anochecido, y mis ojos solo podían fijarse en las olas que chocaban contra la orilla. Un lugar completamente mágico que me dejaba completamente embelesada.
¿Cómo había sido capaz de pensar que todas las maravillas se encontraban solo en el Norte?
-¿Me vas a dejar aquí?- pregunté después de que Aemond me ayudara a bajar del dragón.
-Voy a ver los huevos de dragón de los que te hablé, tú si quieres puedes ir subiendo al castillo.
-¿Vamos a pasar la noche aquí?
Pero él no contestó, se alejó mientras yo resoplaba exasperada.
¿Pretendía pasar la noche conmigo?
Tragué saliva y caminé hacia la orilla intentando no darle más vueltas a lo de pasar la noche con un hombre.
¿Qué tenía de malo? Al fin de cuentas, él se había cansado de recalcarme que no me veía atractiva ni alguien que pudiera tentarle de ninguna manera.
Me agaché para tocar el agua con los dedos y me descalcé sentándome en la arena.
Era la primera vez que veía el mar en mi vida y su inmensidad lejos de asustarme me tranquilizaba.
¿Qué pensaría mi padre cuando me viera volver?
Tragué saliva y mis ojos se llenaron de lágrimas sin poder contenerme más. Había escapado de Invernalia para no tener que casarme con aquel hombre que era incluso más mayor que mi padre, y ahora debía volver con la cabeza gacha esperando a que perdonaran mi acto de rebeldía.
¿Y si me rechazaban? ¿Que debía hacer entonces?-¿Tienes miedo?- preguntó Aemond al llegar a mi lado.
-He decepcionado a mi padre…
Él me miró y tras suspirar se deshizo de su camisa bajo mi atenta mirada.
-Hace bastante calor, ¿no crees?
-Aemond, creo que deberías llevarme a Invernalia…-susurré poniéndome de pie con nerviosismo mientras mis ojos sin poder evitarlo le daban un repaso.
-Solo me he quitado la camisa, Sophie- me miró desde el rabillo del ojo- debería preocuparte más lo que voy a hacer a continuación.
-¿Que vas a…
Y solté un grito cuando él me rodeó con sus brazos y me levantó llevándome hacia el agua.
-¡Aemond no!- grité intentando zafarme de sus manos, pero solo consiguiendo sacarle unas carcajadas-¡Basta no quiero…
Y me soltó hundiendo mi cuerpo entero bajo el agua, para así, después de ver mi cuerpo completamente hundido, apartarse de mí sin dejar de reir.
-¡¿Se puede saber qué haces?!- grité enfurecida con todo el pelo tapando mi rostro-¡Este es el único vestido que tengo!
Me aparté el pelo y me sorprendí al encontrarlo tan cerca de mi, tan cerca que podía escuchar a la perfección su respiración agitada, con su rostro iluminado solamente por la luna que parecía ser nuestra única testigo aquella noche.
-Necesitaba hacer que te olvidaras de Invernalia por un segundo- hizo una mueca y me revolvió el pelo- así que disfruta y ya mañana llorarás si hace falta.
-Esto no es apropiado, Aemond- nadé hacia él y le salpiqué con enfado- pasar la noche juntos no es bueno para mí reputación.
-El idiota de Borros Baratheon se casará de todos modos contigo- se encogió de hombros- además, te doy mi palabra de que no haré nada que no haría un caballero.
-¿Porque no te atraigo?-pregunté con el ceño fruncido.
Mi pregunta hizo que Aemond esbozara una media sonrisa.
-Eso es…-susurró- porque no me atraes.
Me miró y se aclaró la garganta desviando la vista hacia el castillo.
-Creo que deberíamos subir- dijo algo cortante- y buscar algo seco que ponernos.
-¿Vive alguien?-pregunté siguiéndole hasta llegar a la orilla.
-Vivía Rhaenyra con sus hijos- contestó recuperando la camisa que había dejado tirada en la orilla- pero hace bastantes lunas que está vacía.
Me hizo un gesto para que le siguiera mientras mis ojos continuaban clavados en su cuerpo tonificado; y subimos las escaleras que conducían al castillo en completo silencio, sumergidos los dos en nuestros pensamientos mientras él se ponía su camisa ajeno a que yo aún continuaba observandole.
-Soy rencorosa-comenté llamando su atención- me vengaré de lo de esta noche en el agua.
Aemond me miró y esbozó una sonrisa.
-No esperaba menos de ti.
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La loba y el dragón// (Aemond Targaryen)
Roman d'amourII parte de "La chica del antifaz" FANFIC House of the dragon