Encuentro part. 1 (Capitulo 5)

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-¡Profesor Kannigan!- alguien entró al salón de redacción, azotando fuertemente la puerta y deteniéndose frente al profesor. El impacto de la puerta me despertó de un viaje hacía un sueño garantizado con los ojos abiertos, comenzaba a pesarme el horario del día y la voz monótona del profesor no ayudaba en nada- El capitán del equipo, Luke, acaba de solicitar que usted sea quien le de la bienvenida al equipo de Glasgow- desperté totalmente y presté atención a lo que el profesor Kannigan estaba a punto de decir. 

-¿Yo? ¿A esos socarrones?- al poco tiempo de conocerlo sabía que poseía un amplio vocabulario y que las palabras lucidas que salían de su boca ya eran un buen argumento de sus doctorados- No ¡Ni en el sueño más loco de todos lo haría! Son unos altaneros y unos bribones, dile a Luke que se consiga a otro profesor- el chico, de forma ansiosa juntó las manos a manera de súplica- Ni aunque me lo pidieses de rodillas Joel, un no asegurado es lo único que tendrás de mi- 

-Viene la entrenadora Cecilia- todos en el salón comenzaron a lanzar burlas que apenaron al profesor. Era claro que lo que menos quería enfrentar ahora era a nosotros, así que se levantó del escritorio y nos pidió que saliéramos lo antes posible del lugar. Nadie hizo nada para tratar de evitar que nos quitase más de 20 minutos de nuestra clase y aun entre bromas pesadas con el profesor Kannigan, salimos casi flotando del lugar. Al comenzar a caminar por los pasillos del instituto, me dispuse a no esperar a nadie y disminuir mi tiempo de llegada a casa. Apresuré el paso, caminaba con fuerza contra el mar de estudiantes que iban a las canchas para poder pasar un rato más dentro del instituto y poder observar un poco del entrenamiento del equipo.  

Mientras caminaba por uno de los jardines pude encontrarme con el misterioso chico del día anterior, el cual reía sonoramente con el que, según Tonia, se llamaba James. El chico de ojos azules dirigió su mirada hacía mi y torció los labios a modo de sonrisa. Atontada aún, bajé la mirada y seguí caminando como si nada hubiese pasado. El efecto que producía en mi me llegaba a aterrar, pues algo se removía en mi estómago con tan solo verlo. Mientras meditaba el que hacer o cómo comportarme después de aquello recordé de pronto que Sonia seguiría en alguna de sus juntas y sería imposible que pasara a dejarme en casa. 

Me detuve a mitad de las escaleras del instituto, las cuales estaban por demás solas y se apreciaba un agradable sonido a la naturaleza que rodeaba el instituto. Rebusqué entre mi móvil para tratar de encontrar algún número de un taxi. 

-Hola Cass- sentí unos pequeños golpecitos en mi hombro y giré de golpe. 

-¡Alex! Pensé que ya te habías ido- él negó sonriente y rascó su nuca con nerviosismo.

-No, me quedé un rato platicando con Su ¿Esperas a alguien?-

-No, pensaba llamar a algún taxi que me llevase a casa. No recordaba que mi hermana tenía mi coche- él sonrió.    

-¿Quieres que te lleve?- lo observé sonriente y él bajó la mirada totalmente apenado.  

-¿Lo harías?- él asintió-Oh muchísimas gracias Alex- le di un pequeño abrazo, al cal correspondió sonriente y me indicó dónde era que se encontraba su auto. Su auto era realmente  agradable, pequeño y la música hacía que el transcurso fuese realmente mágico. Alex platicaba acerca de su llegada al instituto, de cómo fue que sobrevivió a todo lo que pasó ahí y como fue que el círculo comenzó a crecer. Me pedía indicaciones en pocas ocasiones y con eso dí por definitiva que conocía a la perfección la ciudad.  Cuando llegamos escuché a Alex soltar un chiflido de impresión. 

- ¿Aquí vives Cass?-

-Si- dije apenada y bajando del auto. Escuche como él bajaba en instantes tras de mi, observando cercanamente la casa. 

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