Enamorado (Capitulo 12)

753 45 3
                                        

Narra Luke:

Me desperté casi saltando ¿En dónde rayos me encontraba? Pensé por unos instantes mientras trataba de concentrarme y dejar a un lado el dolor irritante de cabeza. Cierto, me encontraba en la habitación de Cass. Mi móvil estaba sonando y de inmediato pude notar que era el número del instituto. Si lo sabré yo que me he metido en problemas y he tenido que lidiar para que no llamen a mamá o a Justin.

Contesté casi de inmediato y noté la voz comúnmente aburrida de Paula, la secretaria. Paula alegaba que por muchos problemas y daños en el instituto se cancelarían las clases hasta nuevo aviso. ¡Vaya! Más tiempo sin ver a Cassie. 

Cassie... ¿Dondé estaba? Probablemente hubiese salido huyendo al darse cuenta del error que cometió al dejar que me quedara con ella toda una noche.

Las risas que vienen del patio me sacan de mi trance y camino hacia la ventana. Me limité a observar discretamente, o al menos eso creía, por la ventana. Cass giraba sobre sus talones y reía. Lucía hermosa a pesar de que la lluvia ya había mojado su cabello largo y peculiar. Ella lucía radiante sin importar lo mojada que estaba. Su gabardina y la bufanda roja que traía giraban al igual que ella.Sentí algo extraño subirme por la cabeza.

Ella era perfecta. Era demasiado dulce, tierna y hermosa. Pero tenía secretos, secretos que yo quería saber por ella, no por otras personas como comúnmente sucedía. Me contaban siempre su lado oscuro y negativo y me obligaban a creer que no poseía esa maravillosa luz que contagia con tan solo pasar unos cuantos instantes a su lado.

Es simplemente perfecta, maravillosa e irritablemente hermosa.

Su adorable actitud, siempre tan amable, tan cordial con todos con miedo de hacerles daño me enloquecían por completo. Su personalidad siempre tan cabizbaja, siempre tan a la deriva. Su preciosa cara, sus leves facciones y su admirable sonrisa.  Una cara tan hermosa pero tan crispada de algo oscuro y temible. Su eterna y siempre tan palpable pasión a vivir, a buscar siempre nuevos atajos, una pasión que en momentos me llena de suspiros que no puedo contener con facilidad.

Su sonrisa radiante y hermosa, que ilumina cada rincón de mi. Y esos ojos dorados ¡Vaya! Ni hablar de esos ojos que revelan todos sus sentimientos y todos esos demonios, esos crueles demonios que la aterran e invaden su rostro angelical y sus bellas expresiones se crispan de dolor con tan solo recordar.

Quisiera ser yo quien los venciera, quisiera ser yo quien los destruyera con tan solo la recompensa de quedarme junto a ella.

Se supone que no puedo tener ninguna conexión con ella. Eso sería imposible. Pero me temo que he fallado en la misión. No quiero hacerle daño, no a ella. Nunca a ella. Ya no quiero seguir adelante con esto, con esto que me provoca tanto remordimiento y tanto dolor. Ya no quiero lastimarla como esa persona lo desea.

Si le hago daño y ella sufre, temo que yo también sufriré y acabaré conmigo mismo. Pero esa horrible misión que esa horrenda persona me obligó a llevar a cabo, tiene que terminar, debe que esfumarse porque ahora estoy perdidamente enamorado de ella. 



-Renata

ParallelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora