¡Sorpresa! (Capitulo 26)

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-Al parecer tu enfermero y tú se llevan bien- yo sonreí- Eso es bueno, no sabes lo bueno que es que te toquen enfermeros o enfermeras jóvenes y de buen carácter. Al menos a mí no me odia como a Luke- Edward comenzó a reír sonoramente.

-¿Entonces te comienzas a llevar con Luke?-

-Es buen chico Cass, pero no considero aún a nadie apto para ti- me dice sonriendo. Yo me ruborizo ante en comentario mofo de mi hermano.

Mientras que siguió hablando no pude evitar que alrededor de las once dejara a mi hermano hablando solo al instante en el que dormí. Tan solo la última sensación que sentí en aquella noche fue la comodidad de sentir como mi hermano me arropaba y me susurraba:

-Descansa pequeña- para después alborotarme el cabello como solía hacer cuando era una niña. 


Por la mañana Edward salió a la "Mansión" por lo que me quedé sola en la habitación. Tomé mi teléfono y  devolví algunas llamadas. Una fue a Brisa que respondió sobresaltada y dijo que estaba preocupada por mí. Otras fueron a Jace, Bill y Robert que me dijeron que en cuanto pudieran pasarían al hospital a verme y la última fue para Katia. Marqué su número, al tercer timbrazo contestó.

-¡Cass!-

-Katia-escuché sollozos al otro lado de la línea.

-Me tenías inmensamente preocupada linda- yo sonreí.

-Katia ¿Estás bien?-

-Si Cass, es solo que Tom hoy cumple años de...- se escucharon más sollozos- Tu sabes-

-Lo siento tanto Kat-

-Gracias Cass, hoy tenía la intención de irte a ver-

-El hospital no se mueve de donde esta-

-Paso en cuanto puedo, besos hermosa- Katia colgó. Me recosté en la camilla cuando se escuchó que tocaron la puerta. Rápidamente me senté y traté de acomodar mi melena ahora esponjada.

-Pase- digo. Luke entra y sonríe al verme- Hola- le saludo. Él camina  sigilosamente, cuando llega a la camilla besa suavemente las comisuras de mis labios.

-Tenía tantas ganas de verte- yo sonrío -Lamentablemente te veré la próxima vez hasta dentro de una semana-

-Te extrañaré- le digo débilmente.

-Y tú no sabes cuánto te extrañaré- Mira su reloj y tuerce la boca- Me tengo que ir Cass, prométeme que estarás bien-

-Lo juro-

-Más te vale- se acerca nuevamente a mis labios y les deposita un beso lento, cálido, dulce y extremadamente tierno. Me aferro con mis manos a su camisa. Siento una leve sonrisilla debajo de mis labios- Te quiero Cassie- 

-Y yo a ti- Luke me vuelve a dejar otro beso.

-Ahora si, me tengo que ir- yo asiento tristemente. Luke sale corriendo de la habitación cuando ve que se le hizo tarde.



Los días pasaron lentos. Estuve hospitalizada otros 3 días en los cuales siempre fueron Edward, Tonia, Su y Alex. En cuanto a los demás, solían pasar rápidamente cuando se cancelaba alguna de sus clases. 

Lo que me ponía aún más triste era que Luke ni siquiera me había llamado desde su partida.

Me encontraba ya con un cambio de ropa cómodo y en la salida del hospital. Edward tenía su brazo alrededor de mi cintura para ayudarme a subir a su auto.

 Manejamos en silencio hasta llegar a la casa. El carácter silencioso en mi hermano me era raro en todo momento. No puedo decir que mi hermano hablaba por los codos, pero entre nosotros siempre mantenía una carácter poco silencioso. Si embargo esta vez era diferente, no estaba ni enojado ni tenso, solo callado. 

Cuando por fin llegamos después del suplicio de viaje, salió rápidamente y me abrió la puerta del coche.

-¿Y a ti que te ocurre?- le pregunté. Edward sonrió.

-¿Qué me ocurre de que Cassie?-

-¡Vale, me llamaste Cassie! A ti te pasa algo Eduardo- dije traduciendo su nombre en un lindo acento español que me sabia gracias a él.

-No soy Eduardo, soy Edward. Y no me ocurre nada Cass, ahora pasa- me dice abriendo la puerta.

-¡Sorpresa!- gritan todos en coro. Miro al alrededor y veo a todos mis amigos, excepto a Luke. Aun así me esfuerzo para mostrar una amplia sonrisa, todos se acercan y me abrazan. Lo que me sorprende es ver a Zack, Daysi y Sara. Él se acerca y me abraza, de reojo veo a Katia mirándolo lenta y perdidamente. Le gusta.

La pequeña fiesta de bienvenida pasa rápida entre risas y juegos de mesa que compró Edward. Toda la velada pienso en unos hermosos ojos azules,aunque trato de concentrarme en las pláticas de todos y de mostrar el mejor carácter posible para no hacer que los demás pierdan el ánimo. 

 Cuando todos se van Tonia se queda a mi lado un poco cansada y cabizbaja.

-Cass quería pedirte algo-

-Lo que sea Tonia-

-Tuve una discusión con mis padres al grado que me fui de casa, fue una discusión muy fuerte. Quería pedirte, es más, suplicarte que me dejes quedar aquí. solo por un pequeño tiempo en lo que veo que hacer- yo sonrió y la abrazo.

-Tonia todo el tiempo que quieras-

-¿Y tú hermano?-

-Por él créeme no habrá ningún problema- ella se sonroja.


-Renata


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