Mi ángel (Capítulo 24)

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Sentí como mis pestañas revoloteaban. Traté de abrir los ojos, pero la luz me cegaba torpemente. Tomé coraje y los abrí.

Un techo blanco con una luz deprimente era mi panorama. Miré al frente y me maldije al ver que estaba en un hospital. Las paredes de un azul pálido y las tristes pinturas con lienzos grises me hacían sentirme de inmediato familiarizada con el psiquiátrico y peor aún, me hacían volver a sentirme mal y perdida.  

Me giré y encontré durmiendo en un sillón a un tierno Luke. Era un ángel, mi ángel. Traté de quitarme los aparatos que se aferraban a mi piel pero un fuerte dolor me cruzó por la cabeza.

-Diablos- dije frotándome las sienes. Luke se despertó alarmado.

-Despertaste- dijo sonriendo y acercándose- ¿Estás bien?- yo sonreí dulcemente. Posé mi mano en su mejilla- Cass, no me hagas pasar estos sustos. Casi me matas-

-Estoy bien- le dije, él tomó mis manos y las besó- ¿Cómo está Tonia?-

-Cass...- yo negué.

-No, ella... No-las lagunas en mis ojos no tardaron en comenzar a formarse.

-Cass, Tonia está bien- de inmediato el estomago me dio un vuelco y comencé a calmarme. 

-¿Enserio?- él sonrió.

-Sí. Recibió una bala cerca de la clavícula. Tonia estaba en las escalinatas de las canchas. Lo que le hizo perder el conocimiento fue un golpe en la cabeza, cuando recibió la bala cayó al suelo, por eso los golpes-

-¿Quién...?-

-No se sabe, Tonia no recuerda-

-¿Qué me pasó?- él hizo una mueca.

-Te desmayaste. Según el doctor, te dio un ataque de nervios- sentí como si mi cabeza fuese a estallar.

-¡Edward!- dije alterada.

-Está afuera ¿Quieres que entre?- yo asentí, Luke se levantó, me dio un beso en la frente y salió por la puerta. Subí las rodillas a la altura de mi pecho y recargué mi cabeza en ellas. Pero qué mes más agitado he tenido.

-¡Cassie!- Edward estaba pálido y con unas grandes ojeras. Su cabello estaba desaliñado y su ropa era un desastre. Corrió y me abrazó- Dios mío Cass, que susto me has hecho pasar monstrua- escuché sus sollozos. ¿Qué le hice? Lo abracé más fuerte.

-Estoy bien, tonto- él sonrió. Le di un beso en la mejilla.

-¡No sabes el infierno que nos hiciste pasar estos últimos tres días!- abrí los ojos alterada ¿De qué demonios me está hablando?

-¿Tres días?-

-¡Si, tres días! Nos tenías preocupados a todos ¡Ni si quiera te imaginas el sufrimiento que nos hiciste pasar a mí y a ese chico!- Luke, arrojó mi mente de golpe.

-Es imposible- él negó.

-No te podían estabilizar. Tu ataque fue tan brusco que tardaron horas en poder estabilizar tu presión. Estos dos últimos días tu presión sanguínea estaba hecha una furia, los doctores estaban como locos. Dijeron que todos los medicamentos que te administraron en el psiquiátrico siguen todavía en tu sistema, que en vez de sedarte te estaban alterando aún más. Que por eso te daban esos lapsos nerviosos y por eso las horribles taquicardias que tenías y aun tienes. Pero esos idiotas se arrepentirán con una buena demanda. ¡Si cierran ese espantoso sitio yo seré el primero en restregárselo a Sonia!- me tapé la boca para no dejar salir el sonido de exclamación de mi boca.

-¿Me estaban dejando peor?- él asintió.

-Si Cass, te estaban perjudicando-

-Esos desgraciados tuvieron que ver con la muerte de Ágata- sentí lágrimas en las mejillas.

-Cass me pidieron no alterarte pero debes saber la verdad. Tal vez esos medicamentos si tuvieron que ver con la muerte de Ágata- yo lo miró con horror.

-Yo misma los demandaré- él asintió.

-Los dos los demandaremos- yo asiento, él me ve y me abraza.

-Monstrua- me da un beso en la frente.

-¿Le avisaste a Sonia?-

-No todavía. Lo que menos quiero es crear un alboroto y que esto llegue a manos del consejo pero hace unos días recibí una llamada de ella, dijo que le están pidiendo que se instale por unos meses en Taiwán-

-¿Enserio?- Ed asintió.

-Cass, hay personas afuera que están muy preocupadas por ti hermana ¿Quieres que los pase?-

-Por favor- mi hermano sonríe cansado y sale rápidamente. Me giro para ver lo que hay en la mesita de al lado. Hay libros de Ed y mi computadora, al lado está mi teléfono con carga y un hermoso arreglo de camelias blancas. Luke.


-Renata


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