Monstrua (Capitulo 32)

674 29 6
                                    

-¡Caray hermana, te luciste!- 

Mire al principio el vestido de Katia. Nía había cumplido con sus exigencias. El vestido daba cierto aspecto hindú por los detalles, se dividía en dos piezas. Un top y una falda larga y pegada color uva. El top tenía un escote ilusión y le llegaba un poco más arriba del ombligo y se componía por detalles de pedrería azules y dorados. El vestido de Brisa era corto, más arriba de la rodilla con la parte de arriba verde menta y la falda de gaza negra. El vestido de Su era hermoso; el vestido era largo y corte sirena pegado a su envidiable figura y color coral. El de Tonia era perfecto y hermoso. Era de un color rojo mate y largo hasta los pies y un poco holgado de la parte de abajo. En la parte de arriba tenía un diminuto rombo de pedrería. Mi hermano se enamoraría más de ella si la viera.

-¡Nía te amamos!- gritoneo Katia.

-¡Venga chicas, después los agradecimientos, que apuesto que Cass debe estarse muriendo por dentro!- yo asentí- ¡Pues ve!- me levante y corrí hacía el estudio de mi hermana. Abrí la puerta y fui  corriendo hasta el vestidor, en el colgador había una sola bolsa con una pequeña notita que decía "Cass" las demás bolsas estaban aventadas en el sillón chaise longue favorito de mi hermana. Me animó y tomo el porta-trajes. 

Lo comienzo a abrir y pego un grito. El vestido no es común, es casi un vestido de novia. A excepción del tenue color melocotón demasiado pálido, casi blanco. Y que no es tan frondoso.

-¡Nos mataras, ya sal de ahí!- yo me armo de valor y salgo del estudio.

-¡Cass te ves divina!- gritó Su. Veo a mi hermana y observo una sonrisa algo torcida en sus labios. Tonia me sonríe, mientras que veo como Brisa y Katia hacen lo mismo.

-Vaya sorpresita se llevara Luke... ¡Diablos, Luke no tarda!-grita Tonia. En ese momento el timbre suena.

-¡Corre!-gritan todas en coro. Yo corro al estudio y me cambio de ropa en tiempo record. Cuando salí Luke me miró extrañado y sonriendo burlonamente.

-¿Por qué tantos gritos y corredero de personas?-

-Una sorpresa-

-¡Te estas vengando!- me dijo con los ojos bien abiertos y risueño.

-Tal vez- dije sonriendo aunque sabía que vengarme jamás había entrado en mis planes. Luke se acerca provocadoramente hasta mi odio.

-Te quiero- me susurro. Sentí miles de descargas eléctricas subirme por la espalda.

-Yo también, pero no puedes seducirme para que te diga la sorpresa-

-¿Y quién dijo que te seducía para que me dijeras la sorpresa?- me observaba intensamente.

-¿Entonces Carter?-

-Te seduzco porque estoy enamorado perdidamente de ti, porque amo seducir a mis debilidades y adivinaras, tú eres mi debilidad más fuerte- yo me sonrojé y me libré de su agarre, corrí y observé como él, cansado por los entrenamiento, trataba de alcanzarme.


-¡Hoy es el día Cass! ¡HOY ES EL BAILE!- entró corriendo Tonia sonriendo y brincando como una niña pequeña. Yo gruñí y me revolví en la cama, estiré mi mano a los muebles laterales en busca del móvil.

-Diablos Tonia son las siete y es sábado- enterré mi cabeza en la almohada, tratando de ignorar sus muy audibles gritos.

-¡Cass, quedamos de ir con las demás a comprar los zapatos y joyería para los vestidos!- me gritoneó mi amiga cerca de mi oído, yo gruñí y pataleé en mi cama -Deja de comportarte como una cría y levántate. Tienes que ponerte decente y acompañarnos- yo me levanté de mala gana y me di una ducha rápida. 

Baje a desayunar aun con mala cara, Nía se había ido antes de las 4 de la madrugada. Entró sigilosamente a mi habitación y nos despedimos, su ausencia se hacía presente por todos los rincones de la mansión. Desde luego porque desde que se fue no escuchábamos sus característicos tacones por la mañana.

 Edward se encontraba con Tonia desayunando mientras charlaban acerca de una obra de teatro que estrenarían dentro de algunas semanas.

-¡Hasta que despiertas monstrua!-bromeó mi hermano, yo comencé a reír.

-Jamás he entendido porque le dices monstrua-dijo Tonia sonriendo y observándome, como si la respuesta estuviera en mi frente.

-Larga historia Tonia- dije riendo, me senté y comencé a recordar la historia del apodo de Ed.


A la edad de 4 años Edward me ganaba con unos buenos y significantes 10 años de diferencia. La desigualdad de edad era mucha, pero Edward jamás perdió la paciencia conmigo. Era mi figura paterna. 

Nos encontrábamos en el living de la gran casa de Samantha. Samantha se encontraba encerrada en su habitación, las cosas jamás habían cambiado, esa era su desastrosa rutina desde mi nacimiento y la perdida de mi padre, Bryton. Samantha no salía de su habitación por nada, las pocas veces que la veíamos era cuando llegaban las fechas de cumpleaños de alguno de nosotros. Salía vestida elegantemente, con vestidos de seda normalmente negro (como todo su guardarropas desde la muerte de papá) Su cabello depravadamente naranja zanahoria totalmente lizo en cascada detrás de su espalda y con pintalabios rojo carmesí.

En el living se notaba la ausencia de la luz de la tarde, porque a pesar de tener la mayoría de las luces y lámparas encendidas la habitación, se notaba oscura. Nía y Eddy veían una película de terror, yo mantenía las manos pegadas a mis ojos. Cuando acabo la película mi nana nos envió a dormir. Entré indecisa a mi gran habitación donde cualquier sonido mínimo hacía un gran eco. Pasé una hora dando vueltas en mi cama y mirando el ropero. Escuché como algo cayo en él y fue ahí cuando salí corriendo de la habitación hacia a la de Ed.

-¡Eddy, Eddy!- entré corriendo y con lágrimas en los ojos.

-Enana ¿Qué tienes?-

-Hay un monstruo en-en mí-mi... ¡Armario!-

-Cassie, los monstruos no existen-

-¡Hay uno en mi armario!- dije.

-Vamos a ver- me tomó de la mano y caminó conmigo. Llegamos hasta la habitación-Tu cierra los ojos enana, cuando el monstruo salga yo lo atrapo ¿Va?- yo asentí. Me trepé en la cama y cerré mis ojos, escuché como se abría la puerta del armario, hubo un silencio total y de pronto sentí como me cargaban por los costados. Comencé a gritar.

-¡Te atrape!- dijo mi hermano riendo- Aquí lo único que hay es una monstrua que no se quiere dormir por miedosa y esa eres tu enana-

-¿¡Soy una monstrua!?- Ed comenzó a reír.

-Si monstruita, así que duérmete-


Yo sonreí al recordarlo.

-¿De qué te ríes monstrua?-

-De nada, Eddy- él comenzó a reír.

-Buenos tiempos- dijo mi hermano.

-¡No los entiendo!- gritó Tonia a lo que ambos reímos.


Hola gente sexy de Wattpad (¿Alguien más lo recuerda?) 

Iniciando la semana con nuevo capitulo chicas y chicos (Porque se que hay hombres leyendo esto, no me engañan ;) ) 

Dejo el capitulo y espero pasen una linda semana.

Siempre Suya

-Reny

ParallelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora