Nueva habitación (Capitulo 57)

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Después de toda esa tarde regresamos al hotel, la mayoría muertos de cansancio, sin embargo yo todavía tenía mucha energía almacenada.

-Señorita Villarroel- escuchamos decir a Adelina- La suite esta lista, su equipaje ya está- Tonia asintió y dio las gracias, en el ascensor dijo:

-Saben mañana es un gran día- dijo guiñándome un ojo- así que la habitación principal es para la pelirroja- yo la mire extrañada. Mañana seria 21 de diciembre y no recordaba nada en especial, Luke me dirigió una mirada interrogante.

-¿No lo recuerdas? ¿Tan mal te dejaron?- Tonia me observo confundida.

-Mañana yo seré el responsable de recordárselo- menciono Luke sonriendo. Yo niego fuertemente.

-No se dé qué diablos hablan- Adam me mira con horror.

-Mañana la niña sabrá chicos, dejen de mirarla de ese modo- zanjo Luke pasándome el brazo por los hombros.

Al llegar al último piso, todos, caminamos rápido hasta llegar a la suite.

-¡Abre Tonia!- no comprendí porque Adam estaba tan ansioso hasta que Tonia abrió la puerta. Los tres (Tonia, Luke y Adam) entraron corriendo, Luke tomo sus maletas con rapidez igual que los otros dos, aunque el primero corrió más rápido y entro azotando la puerta de una de las puertas laterales.

-¡Maldito seas Carter!- grito Adam.

-¡Eso es trampa! ¡Tu eres desde luego más rápido que todos nosotros!- grito Tonia, solo escuchaba las risas de Luke mientras seguía recargada en el marco de la puerta- Tu novio es un tramposo- yo sonreí.

-Es mi tramposo- dije guiñándole un ojo a Tonia mientras tomaba mis maletas.

-Suertuda- gruño Tonia. Después de recapacitar la escena, nos dimos cuenta que Adam ya se había apoderado de la tercera habitación.

-¡Te odio Adam!- dijo molesta mientras tomaba su bolso y sus maletas y entraba a la cuarta habitación azotando la puerta furiosa. Yo reí ante su expresión furiosa. 

Observe aún divertida mi alrededor. Todo este piso pudo ser un departamento; amplias ventanas, chimenea, televisión, una cocina comedor con barra de bebidas y un largo pasillo con cuatro habitaciones conformaban el gran panorama. 

Sabía a tan solo primera vista que mi habitación era la que estaba al fondo. Tome mis maletas y camine hasta ella. 

Cuando abrí la habitación me quede sorprendida, en el centro había una gran cama redonda y otras largas y estrechas ventanas, un enorme armario y un baño propio.

-La caja- susurre sin anhelo de que alguien me escuchara.  

Salí de la habitación y me dirigí a la sala donde estaba la caja arriba de un sillón color miel. Me arme de valor y la tome, comprendía ahora a los chicos. Mis brazos en tan solo 5 segundos estaban cansados y mi espalda se arqueaba del dolor que provocaba cargar tanto peso. Camine lentamente con mis brazos envueltos en la gran caja.

Tenía en aquel momento dos opciones.

A) Hablarle a Luke o  Adam para que me ayudaran a llevarla a la habitación pero eso tenía 2 desventajas

1) Provocarles dolor a ellos

2) Quedar como una flacucha sin fuerzas.

Y la segunda opción

B) Cerrar la boca y llevar esa caja hasta mi habitación ignorando el dolor.

Me parecía mejor la segunda.

Di cortos pasos hasta llegar a mi habitación. Cuando llegue aventé la caja provocando un gran estruendo que hizo que me paralizara. Por suerte todos parecían osos invernando, nadie se dio cuenta.

Fui a ver cómo había terminado la caja. Para mi suerte nada se había roto y solo estaban tirados algunos papeles y uno que otro accesorio esparcido por el suelo.

Me arrodille y comencé a juntar todo, pero me detuve al ver algo. El nudo en la garganta se hizo al instante y la acidez me subía y bajaba furiosamente por la garganta.

Una foto de Dana, David y yo juntos, abrazados. Desdé me avergoncé al principio por los lentes y los frenillos, pero aun así me veía bien, mi tez blanca destacaba de los tonos de piel bronceados de las personas que tenía a mi lado ¿Qué demonios significaba la fotografía? ¿Porque no recordaba algo que no fuera negativo antes del ingreso al psiquiátrico?

Me levante rápidamente y corrí hacia mi bolso para tomar mi móvil. Busque con destreza el numeró de Artemisa, marque y al tercer timbrazo me contesto.

-¡Cass! Que sorpresa nena ¿Que necesitas?-

-A-Artemisa- dije soltando algunas lágrimas-Estoy asustada-

-Cassie por favor mantente tranquila ¿Qué ha pasado?-

-No puedo recordar mi pasado, he estado leyendo las cartas de Dana, he visto varias fotografías y no puedo recordar nada, ni siquiera recuerdo cuando cumplo años- escuche un grito ahogado por la otra línea.

-Son esos medicamentos, te drogaban en cierto modo, hicieron que tu memoria a largo plazo se perdiera-

-¿¡Pero porque!? ¿Porqué puedo recordar a Samantha y la traición de David?-

-Cálmate nena, son recuerdos que te quedaron muy marcados, recuerdos que por nada del mundo vas a perder-

-No puedo recordar cómo es que Dana Corbut fue mi mejor amiga, como es que conocía a David de antes, no recuerdo nada-

-Necesito hablar con tu hermano-

-¿Qué hay de Nía?- ella suspiro.

-No es que tenga algo contra tu hermana, pero simplemente a Sonia no le tengo confianza, me da mala espina-

-¿Cómo es que mi hermana te da mala espina?-

-Sé que es tu hermana pero si yo fuera tú, desconfiaría un poco de ella, no se te olvide quien te ingreso en un psiquiátrico y quien sigue teniendo tu herencia-

-¿Mi herencia?- pregunte alterada.

-No me digas que no te ha dicho que muy buena parte de la herencia de tu padre te pertenece. Te dejo más del 60% de su fortuna y te dejo la casa de Los Ángeles al igual que otra en Francia- 

-No me ha comentado nada-

-Cass, ya vas a cumplir 19 y ya tendrás el derecho de tomar tu parte de la herencia, además Jennet también te dejo una buena parte de acciones, Sonia no puede acceder a ellas si no es por tu autorización o si algo te llegara a suceder-

-¿Cómo que si algo me llegara a suceder?-

-Si mueres- me quedo helada al instante.

-Cass necesitas calmarte, te juro que te iré a ver en cuanto pueda nena, tienes que tranquilizarte y comenzar a ensayar para el examen en la universidad-

-Sí, gracias- conteste colgando. Mi día iba bien hasta que vi esa fotografía ¿Por qué no recordaba nada?

¿Por qué Nía jamás me dijo sobre la herencia?

¿Por qué Ed no había tomado posesión de ella por ser el mayor?

Deje la fotografía en la caja y me recosté en la cama tratando de conciliar el sueño, aunque era imposible, solo daba vueltas en la cama y veía cada 5 minutos el móvil, esperanzada a que ya hubiesen pasado horas.

Cerca de las 2:50 de la noche logre quedarme dormida.




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