Margaritas (Capitulo 48)

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Artemisa platicaba con Fiorella  cómodamente. Miré el reloj nerviosa, faltaban 2 horas para que nuestro avión saliera directo hacía Alemania, donde se estaba acordado, según Tonia, la hermana de Evelyn nos estaría esperando.

-¿Dónde has encontrado su dirección?- pregunte nerviosa. Faltaba una semana para ir a Estados Unidos y una semana y media para llegar a Alemania.

-Existe algo llamado Facebook, Twitter y Google, donde prácticamente es casi imposible no encontrar a una persona-

-¿Pero que le has dicho y que te ha dicho Tonia?-

-Cálmate Sanders, Evelyn y su hermana también me conocen y he hablado con ella. Me ha dicho que quería al igual hablar con ambas porque Evelyn a comenzado a dudar acerca de la infidelidad  de Alex y quiere resolver las cosas con él, pero como dije a penas es una siembra de duda por lo cual no está segura, por eso debemos hablar con ella. Su hermana es un amor-

-¿Estas segura Villarroel?-

-Completamente Sanders, nos hospedaremos en un hotel que está cruzando la calle de donde ella vive-

-¿Evelyn?-

-No, su hermana ¡Vaya que le daremos una sorpresa a Evelyn!-

-¡Antonia Villarroel, no quiero ser arrestada por policías alemanes! -

-Cálmate Cassie, era una de mis mejores amigas. No sería capaz de hacerme algo como eso, ya verás-

La observé en completo silencio con inseguridad y confusión, sin embargo decidí no decirle nada. Tal vez tenía razón y tan solo tal vez, Evelyn se diera cuenta del error que había cometido y la mala imagen que se formo de Alex.

-Tu cabello es bonito y muy rojo- dijo Tessa mientras lo acariciaba y peinaba. Yo comencé a reír al igual que Fiorella.

-¿Crees? A mí también me gusta mucho tu cabello- dije mientras lo acariciaba con el dorso de mi mano.

Después de 15 minutos de jugar con Tessa a peinarnos Artemisa comenzó a despedirse.

-Serias una buena madre- me dijo Fiorella. El impacto de sus palabras resonó en mi mente como un eco. 

-No lo creo- dije entre risas nerviosas.

Mi única verdad es que nunca llegué a pensar en tener hijos hasta este momento en el que la posibilidad no esta descartada por completo como antes. Amaba convivir con niños y al ver a la hermana de Luke, Sofía o a Tessa, me imaginaba una hija como ellas, igual de hermosa, quizá. Sin embargo tener hijos significaba para mi todavía un gran temor, me aterraba que mis hijos sufrieran lo que yo pase o cosas peores.

-Fiorella, nos tenemos que ir. El avión de Cass está a punto de salir-

-Fue un verdadero gusto conocerte Cass, regresa cuando quieras, esta es tu casa- yo agradecí.

-Adiós Tessa- le dije. La niña hizo un puchero- Te prometo hermosa que te volveré a ver- la niña hizo un ademan pero termino corriendo escaleras arriba. Nos levantamos y cuando estábamos a punto de salir regreso Tessa.

-Ten- Tessa puso en mis manos un pequeño dije con forma de un elefante.

-Gracias cariño- dije para darle un beso en la frente. La niña suspiró rendida y se despidió de mi con un fuerte abrazo, fue ese el mejor regalo que recibí, esa niña me inspiraba confianza y ternura.

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