Parallel

Quédate (Capitulo 11)

-¡Cass! ¡Cassie! ¡Luke!- escuché como los zapatos de la que parecía ser Sara se aproximaban rápidamente, por lo que me separé de Luke y tomé algo de aire. Los pulmones comenzaban a arderme mientras que los ríos en mis mejillas iban creciendo poco a poco. Sara abrió la puerta de par en par- ¿Están bien? Hace bastantes años no había caído semejante tormenta-

-Estamos bien- 

-Oh, mi pequeña niña- Sara se acercó hasta mi y me pasó una mano por las mejillas húmedas- No pasa nada, la tormenta no tarda en apaciguarse- asentí taciturna. 

-Lo mejor será que me retire, es tarde, mi madre debe estar preocupada- 

-Luke, las calles están inundadas, es imposible que entre o salga cualquier auto. Acaban de anunciar que se han cancelado vuelos, las calles están cerradas y recomiendan que las personas se queden en casa. Por lo menos lloverá durante toda la noche- 

-¿Hay señal?- Sara asintió- Debo llamar a casa, ahora regreso Cass- me dio una pequeña sonrisa y un guiño de ojo antes de salir de la habitación. Era realmente atrevido y dulce, una combinación que me alteraba cada neurona. Cuando salió Sara dio una pequeña risa. 

-Es lindo ¿No?- mi cara no tardó nada en colorarse. 

-Es solamente un compañero- 

-Es un lindo compañero- no pude evitar reír al lado de ella, momentos antes de que se pusiera a caminar ansiosa por el estudio para revisar las lámparas y aparatos de ahí. Me detuve al lado de la puerta y la curiosidad de saber que pasaba con Luke me inundó. Todo era bastante silencioso por lo que bastó prestar atención a la voz bien audible de él. 

-Coraline ¿Dónde están mamá y Justin? ¿Todos están bien?... Creo que me tendré que quedar hasta que la tormenta se tranquilice o al menos hasta que las calles se despejen... Estaba haciendo un proyecto con Cassie, la chica que dijiste que era linda, la del centro comercial...Solo dile a mamá que estaré bien, puede llamar a Sara, ella está aquí... Tranquila, dile a Scarlett que luego la llamo, te quiero, por favor cuídate- rápidamente regresé a los sillones y tomé otra tira de regaliz. Luke tardó algunos instantes para regresar y al verme se sentó a mi lado. 

-¿Estás bien?- 

-No hay aparatos en mal estado, así que me puedo ir chicos. Luke- 

-¿Si, Sara?- 

-En caso de que esta tormenta no cese, que esperemos no suceda, puedes tomar una habitación de huéspedes. Supongo que es lo único que podemos hacer por el momento ¿Cierto, Cass?- 

-Si- Luke me sonrió torciendo un poco los labios y Sara cerró la puerta detrás suyo. Suspiré agotada, lo que menos necesitaba en estos momentos era momentos a solas con Luke pues estaba causando un verdadero revuelo en mi cabeza. Esto era algo insano. Luke me observó detenidamente, con una pequeña sonrisa pícara en los labios. 

Quise abrir la boca y explicarle con detenimiento la actitud que acababa de tomar, el porqué me había preocupado tanto y que no debía alertarse tanto por mi pero antes de que las palabras fluyeran como lo deseaba, un enorme rayo cayó cerca. El cielo se iluminó de una forma esplendorosa, algo que ni en sueños había visto. La habitación se llenó de luz y el trueno emitió un sonido tan seco y fuerte que nos aturdió terriblemente. Lo que Luke no sentía era el enorme eco que el trueno había provocado en mi cabeza, era como si me hubiese situado enfrente de una gran campana, una como la de una iglesia, y las grotescas campanadas me desgarraran cruelmente los tímpanos. Mi cabeza era un gran alboroto y mi cuerpo perdió pistas o señales por lo que me tuve que sostener torpemente de una estante, los pies comenzaban a fallarme deprisa y temblaba como si aquello no se fuese.