Recelos (Capitulo 60)

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Era de noche, faltaban tan solo 3 días para regresar a Londres; Ya extrañaba bastante regresar a mi hogar, cerca de mis hermanos a los que tanto amaba, cerca de mis amigos a los cuales era sorprendente el cariño que les había tomado, incluyendo sorpresivamente a Ethan, que a pesar del corto tiempo de conocerlo y contando que al principio no me agrado del todo, nos hicimos buenos amigos. Nuestra relación era muy buena y cercana, siempre que tenía problemas podía acudir a él y hablábamos durante horas, era un excelente amigo.

Estos motivos le causaban celos a Luke, por lo que me sacaba a veces de mis casillas y en ocasiones  me daba gracia por la manera inútil en la que trataba de ocultarlo, aun así Luke había prometido mantenerse al margen y aceptar mis decisiones para mostrarme confianza, simplemente amaba a Luke con mi vida entera. Era el amor de mi vida, de eso no podía caber ni la menor duda. Y ahora más que nunca, a sabiendas de que próximamente nos casaríamos y formaríamos una vida hermosa. Era ahora más feliz que nunca, por fin había escapado de mi infierno y no viviría nunca en un purgatorio.

La noche era increíblemente fría, tanto que la nieve de la temporada nos llegaban casi por el tobillo. Mi gorro rojo apenas y me calentaba la cabeza, su mayor función era que la nieve se estampara en el gorro para que mi cabello estuviera lo mas intacto posible. La gruesa chamarra que tenía puesta era muy abrigadora, sin embargo, me abrazaba lo más posible, debajo de la chamarra tenía un hermoso vestido rojo pues iríamos a cenar y a dar un paseo por Alemania. Luke me veía divertido.

~Going out tonight
Changes into something red
Her mother doesn't like that kind of dress
Everything she never had, she's showing off~

Luke condujo más rápido, haciendo que mi cabello volara en suaves listones de cabello. La luz de la luna relucía suavemente en ellos.

~ Driving too fast
Moon is breaking through her hair
She's heading for something that she won't forget

Después de un rato, al fin llegamos al lugar que Luke decidió.

-¿Un baile?- digo observando el gran salón con aspecto de algunos siglos pasados.

-Un baile, Madame- yo rió por su acento alemán.

-Presumido- digo.

-Y que lo digas, te molesta cariño que pueda comunicarme con unas chicas alemanas muy lindas, por cierto- yo lo veo con la boca abierta. Es más que obvio que me lo he tomado de una mala forma, pues a los segundos Luke niega- Vamos, amor, no quería decir...-

-Solo vámonos y ya- digo bajándome del auto y caminando por la acera. Ciento rabia, mucha de hecho. Jamás me había sentido tan impotente en mi vida. 

Luke se posiciona a mi lado y envuelve una de sus manos en mi cintura, yo me retuerzo un poco al sentir su tacto frio.

-Lo siento- yo asentí sin decir palabra alguna.

Entramos al salón. Todo estaba decorado como si fuera de los siglos XIX. Un hombre se acerco a mí y dijo unas cuantas palabras las cuales no entendí, sin embargo señalaba mi abrigo y mi gorro.

-Dice que si le permites tu abrigo y el gorro- yo me quito el gorro y el hombre me ayuda a quitarme el abrigo.

Caminamos hasta llegar a dos grandes puertas, una señora de unos 45 años abre la puerta dejándonos pasar a un gran salón de baile con mucha gente yendo y viniendo. Todos estaban vestidos elegantemente, tanto que mi vestido era opacado sin piedad.

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