Al lado de Katia el instituto parecía enorme y más lujoso. Adam, anteriormente, me había dado información breve y totalmente asignada por alguien. Por su parte, Katia no dejaba de buscar hasta el mínimo rincón para una gran explicación acerca de ello.
Mientras caminábamos por los jardines del instituto que estaban salpicados por hermosas flores y arbustos frondosos, Katia no paraba de hacer preguntas a las cuales contestaba con gusto y si había una incómoda, trataba de evadirla cuidadosamente sin que ella se percatara de aquello.
Katia era alguien increíble y llena de vida, era tan alegre y emprendedora que lograba sacarme grandes sonrisas y risas algo nerviosas, en todo aquel rato algo de ella parpadeaba y me hacia recordar bastante a mi hermano.
-¿Entonces eres de Los Ángeles?- yo asentí- ¿Naciste en Los Ángeles?-
-No, bueno si- ella me observó de forma burlona y torcí los labios tratando de encontrar un punto pacífico para hablar- Nací en el lado sur de Los Ángeles, luego vivimos mis hermanos y yo con mi tía en el lado norte-
-¿Tienes hermanos?- era una verdadera suerte que no haya cuestionado nada acerca de mis padres y eso me calmó.
-Sí, dos. Tengo una hermana y un hermano, ella acaba de regresar de estudiar en Dubái, estudio diseño de modas y eso provocó que una diseñadora de aquí le ofreciera empleo. Y mi hermano Edward es socio en una compañía, vive en España -ella me miró sorprendida.
-¿Tu hermana es diseñadora de modas?- yo asentí un poco nerviosa y mordiéndome el labio inferior.
-Trabaja para una diseñadora incorporada a una marca de moda hoy en día-
-Quien fuese ella para trabajar con los grandes de la moda, me parece impresionante- yo trato de forzarme a sonreír pero no lo hago y ella lo nota rápidamente.
-¿Y tú?- Katia suelta un suspiro y se recuesta en una banca cercana. Me quedo de pie frente a ella y vuelve a suspirar tratado de evitar mi mirada a toda costa.
-¿Sabes? No es mucho que contar. No es que sea alguien demasiado importante, puedo pasar entre una multitud de gente y nadie sabría quien soy. Nací en México, en realidad mi madre es mexicana y mi padre es ingles. Ella es una doctora bastante solicitada en un hospital que queda cerca de Oslo, en Noruega. Mi papá es empresario en una compañía editorial y gracias a ello no pude encontrar estabilidad. Soy un alma vagante, he pisado casi toda Europa en cuestión de 6 años ¡6 años sin poder encontrar equilibrio y paz! Soy hija única desde hace tres años, perdí a mi único hermano en un accidente aéreo pero sé que murió tratando de salvar vidas en ese avión, era un piloto maravilloso. Tom era alguien mágico- ella solloza y se niega a mirarme- Mis padres hicieron un gran esfuerzo Cass, de verdad que trataron de volver a levantarse de la pérdida pero no lo han hecho aún, no lo hemos hecho en mejores palabras. Sé perfectamente que me aman, que soy su pequeña pero para ellos mi hermano era un héroe perdido y no pueden olvidar su ausencia- sus ojos botan lágrimas que trata de retener y agacha la cabeza en manera de defensa propia.
-Lo siento mucho Katia- ella deja caer sus manos sobre sus muslos y sorbe la nariz con una sonrisa triste.
-Gracias Cass-
-¿Has visitado México?- le pregunto y ella asiente- Dicen que hay playas hermosas, siempre deseé conocerlas pero nunca he tenido la dicha de hacerlo-
-No hay forma de que eso sea mentira, en realidad creo que México es mágico con todo lo que posee y no lo digo tan solo por el hecho de ser mexicana que desde luego es algo que me enorgullece. Creo que México es un estallido de colores, de cultura y de alegría, he conocido miles de personas de diferentes lugares y jamás he sentido tanta explosión energía y emoción. Es algo maravilloso, sus playas, sus ciudades quedadas en el olvido del tiempo, la emoción de la gente y como siguen dando a notar tanta cultura. México es un remolino de color y pasión-
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Parallel
RomanceUna persona al mirarla puede jurar que se trata de un ángel sin alas, sin embargo al acercarse y mirarla a los ojos ella revela miles de demonios en sus ojos dorados. La joven Cassie Sanders posee belleza semejante a la de un ángel, cuna de oro...
