Parallel

Carola (Capitulo 41)

Narra Carola:

Cassie parece perturbada. Esa pequeña niña que tanto queríamos Artemisa y yo por fin estaba saliendo de ese capullo. Cassie es hermosa, la recuerdo hermosa y lo seguirá siendo pero es más que obvio que toda belleza de ángel, necesita tranquilidad y algo que no la aferre a un infierno.

Me dolerá tanto contarle la verdad, pero esa pequeña lo tiene que saber. Necesita ser libre y necesita ser feliz en la universidad y con ese chico. 

-Te contaré todo lo que se, sin embargo debes sentarte- le indico que se siente en la banca, ella lo hace sin decir nada y yo me coloco a su lado. Me duele tener que contárselo mientras que veo sus ojos dorados crispados de dolor- Ese día llegue temprano...

Como siempre, procuraba llegar 30 minutos antes de mi turno pero por alguna razón llegué 50 minutos antes. Estacioné mi auto en el estacionamiento, en la puerta se encontraba Artemisa hablando por teléfono, su turno ya había terminado 20 minutos antes. En cuanto me vio sonrió y me saludó. Le saludé con la mano, por algo me sentía mal, algo no estaba bien. Entré en el hospital.

-¡Carola, Carola!- escuché gritar a Amber. Me giré para verla- No sabes el trabajo que tengo y en la cocina me están pidiendo cortar las hortalizas y llevarlas ¿Te puedo pedir que por favor las lleves? Te los suplico, tengo demasiado trabajo-

-Claro- dije caminando hacia los jardines. Cuando salí, caminé hacia las hortalizas de tomates. Cuando estuve enfrente de ellos, palidecí. Grité con todas mis fuerzas.

-Oh dios mío- miré entre las hortalizas un cuerpo... el cuerpo de Ágata- ¡AUXILIO, AYUDA POR FAVOR!- vi correr a dos guardias de seguridad y tres enfermeras. Sentí arcadas y las ganas de vomitar aumentaban más con cada respiro. Una enfermera no aguanto y salió corriendo, otras dos trataban de localizar al director y otras metían a los internos al hospital.

-T-tengo que avisarle a C-Cass- digo mientras que procuro no dejar escapar las lágrimas que amenazan con salir.

-Déjalo así Carola, necesitan interrogarte y tomar tu declaración, yo iré a avisarle a Cass- Me dijo una de las enfermeras de mayor edad del psiquiátrico, Artemisa había terminado su turno antes de que esto pasara, si no fuese así, seguramente ella le hubiese dado esa noticia.

-Cuídala- ella asintió y salió de ahí, no quiero ni pensar que será de esa pobre chica pelirroja. 

Narra Cass:

Carola llora y yo no puedo evitar que las lágrimas boten al igual. Siento el corazón latirme al mil por minuto, estoy entre soltarme llorando, gritar y colapsar o simplemente guardar sus palabras en un lugar escondido dentro de mí, que sea incapaz de hacerme tanto daño y solo soltar unas lágrimas, dirigirme a la salida e ir y visitar el lugar de reposo de Ágata.

-Lo siento tanto Cass- dice Carola mientras se tapa la cara con las manos.

-Déjalo así Carola- digo mientras dejo que las lágrimas corran por mis mejillas y se estampen en el frió suelo que alguna vez vio morir a mi casi hermana.

-Sé que la querías mucho Cassie-

-Era casi mi hermana Carola- digo entre sollozos- Era una chica emprendedora, tan llena de luz, linda, carismática, llena de vida ¡Debía vivir Carola, tenía que vivir y ser feliz! Y por esos miserables no lo logró ¡No pudo, se quedó a la mitad del camino! ¡Pudimos lograrlo las dos juntas, ella también pudo haber entrado en la universidad, ella también pudo haberse enamorado, se pudo haber graduado, casado y pudo haber tenido hasta hijos Carola!- digo lloriqueando. Carola me abraza fuertemente.

-Pero tú lo lograras por ella Cassie, tu serás lo triple de feliz que lo que le prometiste a Ágata ¿Vale? Volverás mejor que nunca ahora que ya venciste esos demonios, serás feliz hermosa ¡Sí que lo serás! Ya no habrá nada que te encadene a este maldito infierno, lograras lo que te propusiste ¡Y de la mejor manera! ¡Júramelo Cass, jura que lo serás! ¡Júralo por Ágata!- yo sonrió quebradamente.

-Te lo juro Carola, lo juro por Ágata- Carola me abraza.