Capítulo 2

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Lovely Walker.
Cabe aclarar que Lovely cuenta en distintas líneas temporales ya que, está resumiendo todo lo qué pasó antes de... no se desesperen. Y no cuenta el pasado en años, sólo se resume el día.

Si tienen dudas dejen en los comentarios.

La pequeña Love es una perra astuta como ustedes. Ahora sí, sin nada más que decir. Comencemos...

Rocas en el mar.

Reacciono casi en un brinco sobre la cama, ni siquiera me percaté de que dejé la ventana está abierta, llevo las manos a mi pecho y rostro después de esa vergüenza interna y bizarra que tuve con ese bastardo. Una cosa era la curiosidad y el misterio; y otra estar atada a esas pesadillas, porque él no me da curiosidad.

—Necesito un maldito exorcismo.

¿Cómo?

Salí de la ensoñación y me metí a la ducha después de mirar el reloj de mi móvil marcando las 0600 horas.

Coloqué mi gorro gris para cubrir mi cabello rebelde, haciendo que sólo mechones se escaparan de él así como siempre. Metí el repuesto, uno rojo escarlata que me regaló mi abuela antes de morir. Ordené mis utilices, esperé con fervor no olvidar nada. «Reanudó los entrenamientos en una semana», me recordé.

Salgo a la parte de afuera antes de que mi madre empiece con su...

—¡Quítate ese gorro! —insiste persiguiéndome—. No puedes ocultarte siempre.

—¡Mamá! —hago berrinche poniéndome la mano sobre la cabeza.

—Tienes un cabello hermoso —le da un tirón, provocando que mis mechones se salgan de control—, no puedes lucir como vagabunda portando mi apellido.

—Claro que no —aplasto mi cabello con mis palmas mientras retrocedo.

Me mira confundida.

—¿No te peinaste? —inquiere boca abierta.

No.

No lo sé, ¿no?

—Lovely Walker —gruñe.

—Miranda de Walker —replico.

Me echo a carcajear por la cara de ogro que pone, me dan ganas de decirle fiona. Me giro y veo estacionarse el auto.

—¡Te portas bien! —ordena mi madre—. Recuerda hacerle caso a Cedric.

«Ignoro lo de Cedric»

—Siempre —guiño mi ojo aventando un beso.

Me adentro la parte de atrás del auto después de cerrar la puerta, y saco el gorro color vino de respuesta de la mochila.

—¡Love! —se indigna mi madre y cruza los brazos.

—Te amo —digo con voz cantora, colocando mi gorro al mismo tiempo en que Os acelera y Vanessa se reí despidiéndose de mi madre con la mano en el aire.

Las clases comienzan y el infierno se abre paso a mi vida cotidiana.

—¿Por qué discuten siempre por los gorros? —inquirió Os.

Vanessa lo miró y rodó los ojos con ironía.

—Está haciendo a todos a la idea para ser toreto en un futuro —se burló mi amiga.

—¿Qué? —dijo casi indignado—. ¿Quienes seremos nosotros? ¿¡Bryan y Suki!?

—Necesitas un Skayline 1999 —musité, haciendo una mueca.

𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐥𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐞𝐳𝐚. Obsesión 1 / Delirio 2. (+21) ©                  BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora