Capítulo 7

9.5K 591 43
                                    

Lovely Walker.

Sueños sucios.

—¿Te has portado mal, no? —inquiere, presionando mi labio inferior con su daga.

Su olor a hombre me traspasa, no veo más allá de la penumbra y su traje a la medida. Ya que el miedo de lanzarme a él me detiene.

—Responde —exige, jadeo con el filo corta ligeramente.

Asiento, aprieto las sábanas en espera de no gritar, de no moverme y que sepa cuanto lo deseo.

—Muy bien —desliza la daga por el valle de mis pechos, la respiración se me corta y me congelo cuando llega hasta mi pijama—. Abre las piernas, te voy a castigar.

Y hago caso como una tonta, deseando que me castigue y torture. Me vibra el cuerpo, como si mil mariposas estuvieran sobre mí, pero es él y en el momento que se hunde en mi cuello, arqueando mi espalda...

Salto sobre el colchón. Gruño con el corazón a todo lo que da, las manos me hormiguean, las piernas, mi centro se aprieta y suspiro recordándome que fue sólo un sueño. Me volteo boca arriba, deslizando la mano sobre mi estómago, no sé qué diablos paso, sólo tengo la boca seca, y un dolor punzante en el pecho y l parecer amnesia. El rayo de sol choca con mi cara y abro los ojos, lo peor de no saber nada es que no tengo idea qué diablos hago aquí.

—Mierda —jadeo, incorporándome.

Lo primero que veo es al idiota de Damon en toalla con su manga en el brazo. Tallo mis sienes debido al repentino dolor de cabeza. Trago saliva tratando de calmar q mi corazón. Me sudan las manos, no sé qué decir, se ve muy bien con el cabello mojado y el torso desnudo pero lo más importante es. ¿Por qué estoy en su cama? Quería sexo pero sin duda no me molestaría recordar.

—Al fin despertaste —colocándose una camisa.

—Dime por favor que no hice una estupidez —cubro mi rostro, caliente de vergüenza pero más por no recordar.

—De hecho hiciste muchas, pero no... la sonofilia no es de mi agrado.

«¿Entonces porque sueño que vienen a follarme mientras duermo?», digo para mí. Estoy bastante enferma.

Se coloca un bóxer para dejar caer su toalla y escaneo el bulto que se le marca. Dios.

Seguramente seguido lo hace.

—¿No hicimos nada? —casi no me la creo—. ¿Dormimos juntos pero no lo hicimos?

De hecho, yo no desaprovecharía el momento.

—No, prefiero que mis amantes recuerden el orgasmo, así que dormí en el sofá —escaneo el sofá cama marrón de la esquina y suspiro.

—¿Por qué? —la decepción se cuela como cascada.

—A ver —finge pensar mientras enumera— ¡Ah, sí! Te ahogabas con tu vomito, tuve que lavar tu cabello, te puse mi ropa, rompiste la jarra de vidrio favorita de mi papá mientras trataba de darte agua, y estabas balbuceando casi dormida.

Escaneo la camisa negra que huele a mente y puedo sentir la ropa interior húmeda debajo del short, así que decía la verdad, supongo que ardería.

Abrazo mis rodillas, avergonzada. No debería beber así.

—Tu amiga habló, contestó y dijo que le había dicho a tu mamá que dormirías con ella —casi me ahogo con mi corazón.

—Por qué no me llevaste a mi casa? —reclamo.

𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐥𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐞𝐳𝐚. Obsesión 1 / Delirio 2. (+21) ©                  BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora