La vida de Lovely Walker se dividía entre karaoke y fotografías. Ahora debe decidir entre la jerarquía y el líder de la mafia que la rige.
Los acontecimientos de hace cuatro años atrás la devastaron, y la condenaron a ser propiedad de su agresor, el...
Sé que ha vuelto a casa, no me ha llamado, y no responde mis cartas, me hace sentir orgulloso de alguna manera, pues mi bella encantadora me odia, y eso lo hace más fácil.
Su obligación es venir a verme una vez por año, y ahora que cumplió dieciocho puede tener visitas conyugales, las cuales no acepto de ninguna chica loca que se enamoró de mí, viendo mi foto en el periódico, sin embargo, la posibilidad de que ella venga es inexistente, no sé si por ella o porque su padre es el que me tiene aquí.
Él me encerró, y quizá no lo pensé bien, supongo que quise parar toda la asquerosidad misógina por un rato, ya que, yo no le encuentro el "poder" cuando violas, creo que es cuando una mujer cedé y se entrega, allí es el poder, porque su fuerza es una ola, y no puedes contra ella, y debes dejar que te balancee sin miedo a que te trague, lo único que hará es deslizarte por toda la orilla, cambiando de lugar, esperando que huyas, pero no. Yo no huyo, y por ello estoy aquí.
Pero, sí, no puedo decir que no la deseo ahora, porque ahora parece ser mucho más bella y fuerte. No me permite ver su cabello, pero su rostro es perfecto.
Le envío un regalo por su cumpleaños y también cartas al igual que cheques. Mi obligación es tenerla cómoda, y con eso quiere decir que envío cantidades absurdas de dinero por mi presa. Nunca he planeado ir por ella, sin embargo su voz es lo único que quisiera escuchar en los días como este, que me hacen recordar la porquería que soy.
Hoy quiero matar y lo haré más tarde, pero también quisiera hacer algo con la frustración que me recorre la piel cada que tengo la pesadilla de ella, de mí sobre ella. Aún recuerdo que no soporté hacerlo, tuve que salir corriendo antes de vomitar. Lloré por horas. Sabía que me odiaría, pero es su único trabajo.
Escribo mi siguiente carta para san Valentín. Le escribí el año pasado en su cumpleaños cuando estuve meses con una tribu en sudamerica, la vida da mil vueltas, jamás creí encontrar una en esta época pero la hay, y pensé en ella mientras estaba allí viviendo como ellos. Quizá una vida así, tranquila sería lo que ella quisiera.
Supongo que me odias y me alegro, porque así cuando te sientes a mi lado podrás mirar a otro lugar.
He pensado en ti cada noche y día preguntándome el porqué no te maté, pero la respuesta es nula, y quizá es la manera en que tus ojos no me juzgaron.
Quizá no tenías opción y te rendiste, pero no eres de esas, así que al menos sé cuánto odio se ha disipado.
Las clases de francés van muy bien, y espero que estudies mucho Alemán. Al igual que estes en el ejército. Me hubiese gustado que estuvieras en la aristocracia, tienen un increíble departamento del FBI.
Te envío una fotografía mía y de un amigo que tuve hace un tiempo. Creo que es lo más cercado que tuve a la felicidad después de tu existencia. Una vez matamos a la mafia contraria juntos en México.
Después de eso, simplemente supe que mi vida no estaba hecha para ser feliz.
Ahora estoy feliz de que tú puedas ser feliz. No te preocupes por mí, no saldré.
A menos que tú quieras... 🥀
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