❤️Navidad❤️

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Este es un extra de Lovely y Tayler antes del capítulo 12.

Lovely Walker.




Me asomo por el barandal mientras escucho sus pasos. Ya lo reconozco, es como si una entidad maligna entrase a casa. El calor abruma mi cuerpo y suspiro al ver que deja un pino recién cortado.

Llama a unos guardias para que lo acomoden. Aparta las ramas de su traje y sonrío. «¡No!»

Me regaño, pero es imposible porque parece que no puede estar sin lucir pulcro.

—¿Vas a dejar de mirar o vendrás a ayudar? —inquiere sin mirarme y la madera cruje bajo mis dedos.

El miedo me atrofia los músculos.

—No me dijiste nada —espeto. Eleva la vista, enarcando la ceja—. Ahora voy.

No responde y se larga.

Desde el contrato estamos mejor, y la navidad cubre todo el acantilado, así como los picos de la mansión. Sostengo mi vestido rojo y bajo corriendo por la alfombra carmesí que mandó a poner para mí.

Los violines tocan con una canción vieja de brunos mars y gaga, lo encuentro con cajas y el árbol de navidad junto a la chimenea.

—No tendrás navidad con tu familia pero así no te aburrirás —señala las cajas—. Debo ir a reunirme con el Yakuza.

Asiento sin mirarlo a los ojos y muevo mis dedos de los pies hasta que se tocan. Lo puedo sentir acercarse.

—¿Qué quieres ahora? —inquiere y aparta el cabello de mi rostro. El mero tacto me pone a delirar—. Mírame.

Lo hago y su dedo se desliza por mi mandíbula hasta mi cuello, deteniéndose en mi clavícula.

—No quiero adornarlo sola, y no quiero pasar navidad aquí... —sus ojos están clavados en mis labios y el mundo comienza a tornarse caliente—, sola.

—¿Qué hago? —cierro los ojos con el calor de su cuerpo cubriendo el mío.

—Quédate en casa —pido y el aliento caliente cae sobre mis labios.

Me tortura y tiemblo con una necesidad absurda. Es enfermo y estoy cayendo en un hechizo.

—Lo que me pidas —dice y se aleja.

El cuerpo se me enfría, el corazón me late tan fuerte que debo tragar. Abro los ojos encontrándolo tranquilo y abriendo las cajas.

—¿Planeas que lo haga solo? —me regaña y me burlo.

—Eres muy amargado —le digo y en automático me arrepiento cuando se le tensa la espalda. Sus heridas han sanado pero no por completo—. Lo siento...

Su carcajada me echa hacia atrás y sonrío ante su reacción.

Comenzamos a desempacar lo que trajo y se quita el saco. Extiende el brazo hacia mí y escaneo su manga.

—¿Podrías ayudarme?

Asiento y los dedos me tiemblan mientras lo hago, su piel es tan suave y dura. La daga reluce y la acaricio un instante. Se aleja y entiendo que fue suficiente acercamiento, no suele dejar que lo toque demasiado, sólo cuando lo obligo a que me muestre las cicatrices, las mías han sanado pero las suyas aún puedo verlas latentes.

𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐥𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐞𝐳𝐚. Obsesión 1 / Delirio 2. (+21) ©                  BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora