Capítulo 7

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Les aviso y de ante mano les pido perdón si lo que están apunto de leer les incomoda. ❤️

Disfruten la lectura.🗡️

Lovely Walker.
🌹

Tacones resonando.

Al día siguiente amanecí con una caja de regalo en la cama, color rojo y un moño gris «este hombre si que sigue patrones», pienso y me da risa.

Abro la caja y se me ilumina el corazón: una cámara instantánea, y una pila de cartuchos, también dos diarios, y unos binoculares, son preciosos y de largo alcance. Mis días de basan en tomar fotos de la casa, chimenea, acantilado, al lindo bebé que aún no tiene nombre y a Odelia cuando prepara mi desayuno mientras Tayler anda gritando por todos lados en la casa. No lo he visto desde la última vez y no me molesta en absoluto, me da mi espacio.

Bajo con mi bata gris y me dirijo a la cocina por un vaso de agua, ya que, no quiero despertar a Odelia, y a tampoco a Tayler que está en la reunión. No hemos cruzado palabra desde la discusión y por un lado estoy tranquila, no se me acerca pero por otro lado me siento como una tonta. No quiero permitir que le hagan lo que a mí casi me hacen, al menos yo salí viva, y no metieron su pene dentro de mí, me cuesta admitir que fue gracias a Tayler que se volvió loco y casi mata a su amigo por meter sus dedos. Aún recuerdo el dolor, pero no recuerdo el arma, ni nada más, sólo a Tayler tallaba mi cabello mientras le rogaba que me matara... las lágrimas salen y trato de tragarme la rabia que me da tener que vivir con él.

Me dirijo a mi habitación después de lavar mi vaso y ponerlo en el escurridor, hace frío esta noche y realmente quiero ir a su cuarto ya que el suyo es cálid...

—A mi mujer no le gusta y ya —capto la voz de Tayler antes de subir las escaleras.

—¿Tu mujer? —se burla uno—. Tu presa, querrás decir. Seguramente necesita que le demos entre todos la bienvenida y...

El seguro de un arma alerta mis oídos. Y me muevo hasta la puerta del despacho con cautela.

—Habla otra estupidez de mi presa y mi empleada recogerá tus secos —advierte—. Es mi mujer ahora, y si ella me dice que le desagrada no tengo porque hacerla pasar un mal rato.

—¿Vas a ponerte así por una zorra? —dice la misma voz de antes—. ¿Está aquí por gusto o porque así lo demando la jerarquía?

—Sin o con la jerarquía la iba a traer —aclara Tayler—, que ellos me la entregarán en bandeja de plata para evitar conflictos fue un anillo al dedo.

—En cualquier momento te puede traicionar —dice uno con voz apacible.

—¡Es mi puto problema! —grita y me hace temblar su voz—. La iniciación no será cerca de ella y punto.

—¡Eres un maricon! —le grita el primero, y temo que algo salga mal, sin él mi vida es como la de un pollo sin madre—. No aprendiste nada de tu padre.

Mis pies tiemblan y el miedo aberrante habla por mí. No sé que hace ni como me muevo pero...

—Cari... —entro al despacho fingiendo sorpresa—. Lo siento. No quería importunar.

Hay tres hombres más, uno moreno con rasgos asiáticos, fornido y de mala cara. Tiene los brazos llenos de tatuajes. Uno rubio con ojos negros y perfil refinado, el otro es de rasgos latinos, moreno cabello rizado y labios llamativos.

—¿Que deseas? —Tayler trata de ocultar su enojo pero no le sirve porque me está matando con la mirada.

Me acerco ligeramente hacia su lugar, y los pares de ojos me observan con cuidado, pongo la mano en su hombro y me armo de valor, porque no sólo es su cabeza, también la mía.

𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐥𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐞𝐳𝐚. Obsesión 1 / Delirio 2. (+21) ©                  BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora