Capítulo 22

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Holaaaa, personas hermosas. Hemos llegado a nuestro penúltimo capítulo y como recomendación les pido que escuchen. "Smells like teen spirit- Malia J"

Para la cacería de su adorada Lovely❤️

La IA nos preparó fotitos para el final.


Lovely Walker.

Cacería.

Me duele el pecho de ver cómo se arman y ríen juntos. Tayler se quita el saco, y deja la camisa negra mientras yo llevo una asquerosa cerveza a mi boca. La escupo porque no estoy para fingir que me agrada algo más de esta horrible fiesta. El cinturón de Tayler aprieta sus caderas y siento que bebí demasiado; tengo calor en las piernas por sus pantalones de vestir que enmarcan sus muslos. Aprieto las piernas inclinándome hacia adelante mientras su cabello caer a su frente y... le resto importancia porque no debería de verlo así sabiendo que se va a morir.

—Señorita —me habla Odelia viéndome obligada a quitar la vista del centauro que se sigue arreglando y revisando las reglas en un papel—. Eliot creo que la extraña.

Trae al pequeño rubio conmigo y está berreando, asiento para que me lo dé porque lo amo tanto, es lo más dulce que puede haber.

—¿Qué sucede mi pequeño? —digo cuando lo tengo en los brazos y comienza a sollozas—. ¿Me extrañaste mucho?

Mis ojos se empapan al ver que podría quedar solo y desamparado para siempre. «¿Qué será de él si no sobrevivimos hoy?», pienso mientras el bebé se duerme en mis brazos y mis lágrimas se deslizan.

—Todo saldrá bien, joven —me consuela Odelia.

Limpio mis lágrimas y le entrego al bebé para que se lo lleve.

—Cuídalo, Odelia —le pido antes de que se aleje.

Asiente y me siento como si la vida no me diera una pizca de alegría ni una sola vez, y comprendo, pues yo forjé mi destino, simplemente que ahora no tengo ganas de comprender.

Bebo mi copa de vino y cierro los ojos mientras ponen una pantalla en la tarima; el espectáculo es grabado por pequeñas cámaras para la satisfacción de los trastornados en el lugar.

—¡En hora buena, ha llegado la hora de la iniciación! —grita la hermana de Elton—. Nuestro líder como todos los años nos acompañará a demostrar porque es quién es, guiará y demostrará de que está hecha Alemania.

Se escuchan gritos y aplausos pero no puedo aplaudir al hombre que sube a la tarima golpeando su tórax como un maldito animal. «No quiero que muera, malditasea», me hablo a mí misma.

Me levanto mientras se presentan los demás que ya había visto y otros diez o quién sabe cuántos más, sólo sé que salen cinco aparte de Tayler, a mí me preocupa que salga vivo uno y que sea él. Camino con miedo hasta mi objetivo que está dentro los invitados saludando y lo rodeo con los brazos para anclarme a su cuello. Busco su boca y...

—¿Por qué lloras? —pregunta, y busco la boca que jamás me niega.

Fundo el beso con las lágrimas, suspiro sintiendo el olor a ron y sus manos atrapan mi cintura y mi nuca, la sensación de alivio me vuelve la saliva agua mientras beso y vuelvo a besar una y otra vez dejando que su lengua inspeccione con delicadeza la mía. No quiero detenerme, quiero seguir así hasta que ellos se maten y lo dejen aquí, y no tener que huir de todos ellos.

—Por favor, no dejes que te maten —suplico poniendo mi frente en su pecho. Sus latidos me dicen que está tan exaltado como yo.

—No dejaré que te maten, sin importar qué yo muera —me aclara. Me obliga a verlo con ojos llorosos—. Tú vas a vivir, mocosa.

𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐥𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐞𝐳𝐚. Obsesión 1 / Delirio 2. (+21) ©                  BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora