𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐥𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐞𝐳𝐚. Obsesión 1 / Delirio 2. (+21) © BORRADOR

Capítulo 21

Lovely Walker.

Conos.

Desperté con dolor en las piernas de tanto que me las apretó mientras estuvo arriba de mí, besándome con ferocidad y deseo, casi gritaba que me quitara la ropa pero ambos sabíamos que no era el momento. Ay, es tan dulce. Sin embargo se despidió con un: debo irme.

—¿Adónde vas? —indagó mi madre mientras escuchaba mis pisadas en la escalera.

Acomodé mis jeans grises y mi blusa azul marino antes de bajar por completo, no quería que pudiera ver algún moretón. Saboreé un picafresas y metí la basura a mi mochila verde. Saqué el teléfono y recibí la llamada de Ostin. Solo vibró para indicar que estaba afuera.

—Voy con Ostin —dije, abrí la puerta y ella gruñó.

—¿No andan?

—Nop —resoné la p.

Adoro los fines de semana.

—¿Qué hacen todos los días? —indagó con los puños en la cintura—. Antes salías más con Vanessa.

—Vann está ocupada con Petee.

—¿Sigue con ese? —hizo una mueca—. Ya habían terminado. Esa niña. Desde que se fue al servicio de la jerarquía parece que no tiene alma.

—¿Por qué esa cara?

—Es mayor —dijo y siguió removiendo el refrigerador—. Y por si no fuera poco Ostin también debe ir a ese servicio.

—Os no... —carraspeé ante el revoloteo de mi corazón y cambié de tema—: ¿Qué hago si alguien me dice que no me enamore?

—Que no lo hagas —suspiró burlona—. Eso quiere decir que sabe lo que hace, y si te advierte es porque se conoce —añadió.

Sus palabras calaron más de lo que quería.

Damon aún no dice lo que quiere pero no esperaré.

Sacó verduras para hacer el desayuno, y suspiró.

¿Realmente estás dispuesta a morir por él?

—¡No regreses tarde! —ordenó, y salí—. ¡Hoy saldré!

Raro.

Caminé hasta el auto de Ostin y seguimos con nuestra rutina. Mi parte favorita de ser privilegiada en esta ciudad es que podía hacer cualquier cosa y no recibíamos sanción. Si yo quería nadar en una alberca u ir a algún lugar simplemente me dejaban.

Le pedí a Ostin que me lleva a la oficina donde Cedric me esperaba con un documento en el escritorio listo para firmar, pero después de la visita, y la sensación...

Quiero tener mucho sexo antes de que la mierda me atrapé.

—¿Estás bien? —indagó Ostin. Estacionó el auto en una tienda de helados y recordé a mi favorita.

—Sí, sólo que... ¿crees que él me convenga? —lo miré a los ojos.

—¿Ves está nariz rota? —me acerqué a su rostro y, sí, tenía uno tapón dentro de la nariz, estaba roja pero él siempre se ve robotizado.

—¿Qué te sucedió? —intenté tocar pero se apartó con miedo.

—Ese chico está tan jodido, pero de verdad se preocupa por ti —acarició mi barbilla, y sonreí—. Y mientras estés con vida yo estaré bien con que salgas con un tipo totalmente desquiciado. Aunque yo siempre seré el cazador y te salvaré —me guiñó el ojo y lo empujé divertida.

—Me vengaré por tu nariz rota —le di un beso en la mejilla y me acomodé en el asiento—. ¿Vas a hacer algo hoy?

—Sí —mordió su labio inferior, y eso me hizo fruncir el ceño—, voy a salir con Mich.