Capítulo 18

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Lovely Walker.

Verdades que matan parte 2/2

Me da un beso en la coronilla con los ojos llorosos, y ni siquiera estoy segura de que sea él. No habla como él, de hecho no lo hace como él.

Las lágrimas me abundan, se sienta en la cama busca en su ante brazo una pantalla, las cámaras de afuera en el pasillo se aprecian. Mueve aquí y allá y...

—No hay evidencia —susurra—, quédate tranquila.

—¿Estás bien?

—¿Te perdí, no? —pregunta con voz quebrada.

—Sí —le soy sincera. Después d toda la mierda se merece la verdad—: te diré algo, y después lo vamos a olvidar, ¿ok?

Él asiente sin muchas ganas.

—Te amé —sollozo, y lo miro a los ojos—, te amé más de lo que quiero. Y, me duele no poder... no poder besarte, y ver esos ojos azules —paso la mano con sus máscara.

—¿Pero...? —pregunta y la saliva se vuelve lava.

—Lo quiero —acepto la mierda que obviamente no quería escuchar.

Sus lágrimas descienden, y me abre el pecho con un hacha.

—Es mentira —me encara—, sé que es mentira.

—Dam...

—No —me frena—, he sido un idiota y te he tratado como mierda, pero te conozco malditasea, y sé bien que me mientes porque quieres que me aleje. —aprieta la mandíbula, y baja la máscara dejándome ver su labios—. Dime ahora que no me amas y que lo amas a él. No me importa el deseo carnal y que alimente cosas sexuales. ¡Mírame y dime que lo quieres tanto como para romperme en mil pedazos!

Me tiembla la barbilla, y me duele verlo así, vulnerable, mi corazón se comprime y no tengo idea de que decir porque no puedo decirle eso, no soy capaz de hacerlo. Porque... porque en serio me importa Tayler pero quiero a Damon.

Aún siento celos por él pero...

—No eres capaz de decirlo porque sabes que es mentira —me escupe—, sabes bien que aún me quieres, pese al hijo de perra que soy, y que te traté como mierda. —me toma de la mandíbula, y su aliento me tranquiliza—. ¡Porque pese a que te revuelcas con él, duermes, comes y vives con él; aún me amas! Y yo... yo te amo.

Atrapo sus labios, me abre paso a su boca y nuestras lenguas se masajean como antes, con esa electricidad que recorría mi piel, como si las nubes me acariciaran. Pero es la última vez porque sé que jamás me sentiré como cuando estaba en Castle.

—Sal de mi habitación —me separo.

Duele, pero mentiría que digo que sentí lo mismo hacerlo con él que con el mafioso de mierda al que pertenezco. Porque no puedo imaginarme un día donde no tenga que verlo y eso me hace sentir un vuelco en el pecho.

—De ahora en adelante serás tú y él —sus palabras me dañan como un maldito látigo—. Después de que salgas viva me iré, no me entrometeré en tu vida.

Sus palabras son las palabras más maduras, pero más hirientes que ha dicho en la vida. Aguanto las ganas de gritar y sólo asiento, se levanta y comienzo a sollozar afrontando el vacío que se hace en mi pecho. Sus pasos viajan por mi recámara, levanto la vista y acepto a que cruce la puerta para que me deje en pedazos.

No tengo derecho de tenerlo, vino aquí con esperanza de que regresara, y sabe que no lo haré, él es mi primer amor, pero como dice el dicho. «hay amor de tu vida, y para tu vida», y a veces lo que más duele es lo que más quieres pero no debes tener y en este caso, me está doliendo no querer estar con él.

𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐥𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐞𝐳𝐚. Obsesión 1 / Delirio 2. (+21) ©                  BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora