Capitulo 17

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Lovely Walker.

Verdades que matan 1/2

Pasamos a desayunar como normalmente. Tayler se larga sin decirme una mierda porque, es obvio que le intereso sólo por el sexo, cosa que me tiene sin cuidado, ya que probablemente le arranquen la cabeza mañana.

Me dirijo a Eliot que está comiendo y le doy un beso en la frente antes de salir por mi guardián para que sirva de algo y ubique lo que tiene que hacer para mantenerme viva.

Los demás se fueron con Tayler a tomar posiciones y dar coordenadas de cosas que no entiendo. Me arreglo es vestido y salgo para encontrarme al tipo arrancando mis rosas con descaro.

—¡Oye! —lo regaño. Me mira despreocupado—. ¿Qué crees qué haces?

Se entereza y arranca una rosa a su paso. Me quedo boquiabierta con el acto de estupidez que acaba de hacer este hijo de perra... me lanza un itinerario, porque al parecer es mudo el idiota.

Me acerco a él y... huele a menta. Alzo la vista a sus ojos y son negros como la noche, su respiración es agitada, mis manos pican por ver su sus labios son tan llamativos como esa mirada oscura...

—¿Todo listo? —aparece la chica, y con uniforme de pila.

Camisa negra de tirantes que quieren reventar con los pechos que se carga, pantalones negros en lugar de azul marino, y... sus ojos son un azul llamativo, piel blanca y acento precioso, cabello negro arriba de los hombros...

—¿Cómo está? —me pregunta con malicia.

—Bien —respondo. Y cubro mis pechos ya que se ven los chupetones como si fuese sangre.

—Aquí está el itinerario, él le dará un repaso para ver si está preparada —comienza con sutileza—, necesitamos saber que tanto depende de él.

—¿Qué hago? —pregunto y noto que él me mira como si me quisiera matar.

La chica lo sujeta del cinturón de armas, susurra en su oído. Desvío la mirada ante lo que parece ser una señal de apareamiento, lo cual me está molestando más de lo que debería, o más bien, no debería.

Camino fuera del jardín e invariablemente me baño del aroma a hombre y menta que destila... me detengo en seco y...

Mi estómago se vacía al instante, me arqueo doblándome y cayendo por la cantidad de vomito que sale de mi cuerpo. El chico me sujeta el cabello cuando termino y me lavata... me dan ganas de llorar porque el aroma es tan similar, es tan agóbiante, me toca el vientre y... escalofrío que me quema.

—¡Quítate! —lo empujo. Estoy llorando y no sé porque—. Hueles... tienes un horrible aroma, no lo quiero cerca de mis fosas nasales, así que, quítate lo que necesites y vienes a mí cuando no apestes a... ¡sólo cámbiate!

La chica me sujeta y él se queda parado, no puedo verle la expresión pero sus ojos me matan y me retuercen la garganta.

Comienza a desaparece del uniforme de pila y... es peor porque su apariencia de músculos marcados queda bien con la playera de cuello alto que remarca todo lo que ocultaba el chaleco antibalas.

—Trata de enfocarte —dice la chica y asiento—. Primero quiero saber que tan fácil evades un ataque.

No sé si pueda con ese maldito reflejo de lo que quiero olvidar, pero recuerdo todo lo que hizo y si pienso que detrás de esos ojos negros y mechones que salen del pasamontañas son del mismo color puedo arrancarle las córneas.

—Adelante —dice la chica y se viene hacia mí, pero no quiero que me toque, así que, me barro en el pasto con fuerza y me llevo su pie de por medio.

𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐥𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐞𝐳𝐚. Obsesión 1 / Delirio 2. (+21) ©                  BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora