Extra.

3.3K 251 205
                                    

Elton.

Ya no aguanto tanta locura, empezando por el sexo de mi hermana y Damon; Damon y Lovely, Lovely con Tayler. Y ahora Ostin y Ellie.

Soy el único con abstinencia, y al parecer la chica de cabello rubio y ojos lindos también la sufre. Me gusta como le queda el rojo. Lo que no me gusta es verla llorar por la muñequita, y de sólo recordar cómo se puso cuando recibió el disparo me estresa, casi se pone en evidencia con el chillido que pegó.

Tuve que sacarla de la casa y calmarla, sigue llorando pero ahora porque Lovely está siendo sometida por el animal que tiene como comprador. Damon no se da cuenta si no, ya estaría muerto. Se ha metido tanta mierda que Ellie lo puso a dormir para que descanse y recupere la cordura, me gusta más como imbécil que llorón.

Todo lo echará a perder si se pone a llorar como últimamente, lamentándose sabiendo que la dejó y se folla a Ellie cuando quiere.

—¡No! —se escucha arriba y Ostin da vuelvas en la misma zona.

—Tenemos que hacer algo —se acerca mí como si yo pudiera.

La muñeca lleva haciendo esto por dos meses, literalmente es el pan de cada día.

—Tayler es un dominante y ella también —le explico—, aunque no quiere ser sometida por él... al final lo hará.

—¿Qué idioteces hablas? —me dice la chica Vanessa.

Es increíble que tengan toda una vida con ella no la conozcan ni tres cuartos.

—¿¡En serio son sus amigos!? —digo con ironía—. La conozco al rededor de 8 meses, ¿y ustedes me dicen que, no saben cómo es Lovely?

—Esa de allá arriba no es ella —dice la amiga.

—Lo es —le explico para que lo acepten.

—¡Que no!

—Que sí —se acerca y... que bellos ojos.

—Ella quiere, le gusta —confieso—. Me dijo que le gusta, pero tiene vergüenza de que la juzguen. Su padre casi la mata, ¿cómo creen que se siente con ustedes?

—Ella no puede estar con él —dice el hermano.

—Lo está.

Comienzan los gemidos y nuevamente yo tengo la razón, como siempre, no sé porque se molestan en llevarme la contraria, soy una persona con más talentos de los que pueden enumerar con todos los dedos del cuerpo.

—¿Qué diablos es eso? —dice la chica.

—¿¡Gemidos!?

No hay peor ciego...

Uy... halagos en aleman.

—¿Es un exosismo o sexo?

—Es aleman —me encojo de hombros.

—¿Qué dice? —pregunta la chica.

—La está idolatrando —confieso lo que no aceptan—, y... eso es lo que le gusta a ella.

Entra Odelia, la increíble señora de los mejores cafés del lugar, y comida no sé. La primera comida sabía buenísima pero esta se la mañana no me agrado del todo.

La mañana ha sido un caos las personas llegarán a las 6, y los de servicio aún no han acomodado nada.

—¿Les preparo algo? —pregunta la señora de buena postura y piel aperlada.

—A mí un café, dulzura —le sonrió.

Se sonroja y acomoda la ropa que tiene en una canasta.

—¿Lavas mucho? —le hago plática.

𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐥𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐞𝐳𝐚. Obsesión 1 / Delirio 2. (+21) ©                  BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora